Por Noelia Crespo
En menos de 7 días, 168 horas, 10.080 minutos y 604.800 segundos, Ciudad Rodrigo ya estará inmerso en su único e inigualable Carnaval del Toro que todos los años atrae a multitud de personas de todas las partes del país y del mundo.
Tras un año de parón a consecuencia de la pandemia del Covid – 19, los farinatos se muestran nerviosos a la par que ansiosos de volver a sentir ese ambiente especial que se conforma en unas fechas tan señaladas. Días en los que el eje fundamental de la fiesta, el toro bravo – que bien hay que recordarlo en ocasiones –, se pasea majestuosamente por las calles de Miróbriga como verdadero rey admirado y respetado por cientos de miles de aficionados.
Con la variedad y calidad que caracteriza al consistorio de la villa farinata, este Carnaval se podrá disfrutar de multitud de ganaderías locales y alguna foránea, todas ellas enviando un encierro de presentación impecable para que disfruten los allí presentes. Figuras, toreros locales y novilleros con y sin picadores también pisarán el cuadrilátero que preside en la Plaza Mayor para recibir el cariño de la gente.
Encierros, capeas, festivales, maletillas, recortadores, su campana gorda, sus “tablaos”, sus agujas, sus disfraces… y un sinfín de cosas más, todo ello retorna con una máxima ilusión este año a la bella ciudad salmantina, la cual veía como hace tan solo un año tenían que suspender sus fiestas ocho décadas desde la última vez. Y es que para nosotros – sin resulte indiscreción por incluirme – un año sin Carnaval en Ciudad Rodrigo no es un año igual.
A los que vengan, disfruten como moderación, no hay fiesta igual. A los que no, tienen ustedes una cita pendiente para el año que viene. ¡Viva Ciudad Rodrigo y el Carnaval del Toro!
