La cuarta edición de la Copa Chenel ya es una realidad. La presentación este pasado lunes del certamen de corridas de toros de la Fundación Toro de Lidia y la Comunidad de Madrid volvió a generar expectación y debate entre los aficionados por algunas inclusiones y otras ausencias. Más allá de estar de acuerdo o en desacuerdo en ciertos nombres, siendo algo tan sumamente subjetivo, hay que recalcar y agradecer la ampliación en el número de festejos y protagonistas con la que contará esta edición (14 festejos, 21 toreros y 29 ganaderías).
Este año el certamen ha hecho una importante apuesta por una gran variedad de jóvenes que, a pesar de contar con poco bagaje en corridas de toros, muchos de ellos ya despertaron el interés en el aficionado por sus condiciones en su etapa de novillero con caballos. Junto a ellos también tendrán su oportunidad algunos matadores con mayor experiencia que a pesar del paso del tiempo mantienen intacta la ilusión por seguir dejando huella en este mundo. Todos ellos tienen un punto común, y es que como consecuencia de las excesivas repeticiones y los pocos huecos libres en las ferias han ido quedando en el olvido de los empresarios, y es por ello que tienen que recurrir a oportunidades como la Copa Chenel para volver a vestirse de luces y reivindicar un puesto en las plazas.
Solo uno podrá proclamarse triunfador, pero esperemos que este certamen les sirva a muchos de ellos para volver a demostrar tanto a empresarios como aficionados que su toreo sigue y está muy vivo, tan solo hace falta que se aumenten las oportunidades para demostrarlo.
