El ganadero Jiménez Pasquau, antiguo director de la Unión de Criadores de toros de Lidia, ha sufrido un fortísimo percance en el campo según publican nuestros compañeros de Aplausos y ABC. Por fortuna, el toro no logró «hacer carne» y el ganadero sólo sufre un pitonazo a la altura de la boca y un politraumatismo debido a la pisada del animal y el impacto.
El suceso precedido de una pelea entre hermanos de camada unos días atrás. Al ir a reconocer hoy al toro «Décimo», se lo encontraron abatido, muerto. Esto llevó al ganadero y al vaquero a relajarse y no tomar las medidas de seguridad oportunas.
El animal, de repente, se levantó y se arrancó contra ellos, levantando al ganadero y propinándole una fuerte paliza.
Por fortuna, Juan Pablo, no sufre ninguna herida por asta de toro. Se encuentra aliviado a la vez que dolorido por los fuertes golpes del toro. Un milagro, que de otra forma habría tenido un final muy diferente.
La imagen no corresponde con el suceso