Concurso de ganaderÃas en Las Ventas con toros de La Quinta, Baltasar Iván, Marqués de Albaserrada, Murteira Grave, Pedraza de Yeltes, Valdellán que fue devuelto y sobrero de Rehuelga.
El toro de La Quinta fue aplaudido de salida. Respondió en el capote de Fernando Robleño metiendo bien la cara y recibió tres puyazos, el último con distancia y bien cogido por El Legionario. Toro encastado con sus complicaciones que el madrileño supo manejar con importancia. Le cogió el buen pitón izquierdo en tandas cortas e intensas en las que tuvo que tragar. La espada se le atravesó hasta sonarle los tres avisos en el momento que doblaba el astado. Ovación para toro y torero. En quinto lugar salió el reseñado como cuarto y fue aplaudido de salida por sus buenas hechuras. Metió bien la cara a las verónicas de Robleño y en el caballo respondió con fuerza los tres puyazos. Jesús Romero se llevó una de las ovaciones de la tarde tras dos buenos pares de banderillas. Comenzó Robleño por bajo con el del hierro portugués humillando. No tenÃa recorrido y pronto se vino a menos el de Murteira teniendo delante un torero que exprimió con garra lo que tenÃa. Faena a fuego lento para aficionados que no tuvo rúbrica con la espada.
El de Baltasar Ibán se movió con brÃo en el capote de Rubén Pinar. Entró también con distancia al tercer puyazo pero no atinó AgustÃn Moreno. Comenzó la faena de muleta doblándose con él y dos tandas por el derecho con mucha transmisión. EmbestÃa de largo el de Baltasar Ibán con codicia y un punto de rebrinqueo que le dio emoción a las mismas. La faena se desinfló y necesitó de un pinchazo, una casi entera y un descabello. Corrió turno y salió en cuarto lugar el reseñado como quinto, de Pedraza de Yeltes, para Pinar. Toro muy brusco y con dificultades ante el que el de Albacete estuvo digno sin dudarle. La espada entró entera pero necesitó de varios golpes de verduguillo. El titular de Valdellán fue devuelto por inválido y salió el sobrero de Rehuelga. Funcionó el astado que solamente entró dos veces al caballo. Fue noble, humilló y Pinar dejó pasajes interesantes en faena que no acabó de romper. La espada entró a la segunda y fue silenciado
El tercero de Marqués de Albaserrada fue un prenda de salida. Empujó en el peto los tres puyazos, sobre todo el primero. Apretó en banderillas y ya con la muleta no le permitió a Javier Cortés desplegar su toreo ante las complicaciones. En un feo derrote le hirió la cara y lo levantó del suelo de fea manera. Con la mejilla ensangrentada fue trasladado en volandas a la enfermerÃa desde donde se le derivó al Gregorio Marañón con daño en globo ocular. Robleño mató al astado tras pinchazo, media y descabello.