Morante reaparecerá en la misma plaza y fecha en la que sufrió su última cornada en Huesca. El próximo 11 de agosto se cumplen diez de aquel percance en el ruedo oscense, dónde el cigarrero sufrió un fuerte percance. Una herida por asta de toro que tuvo tres trayectorias y que fue firmada bajo pronóstico grave.
Una curiosidad que sólo los aficionados de mayor edad y de mejor memoria podrán recordar. Todo sucedió en el comienzo de la faena de muleta, cuando el animal de Gerardo Ortega lazó un certero derrote. Alcanzó al de La Puebla en la cara interna del muslo izquierdo, provocando una extensa herida que no afectó a ningún vaso sanguÃneo. La suma de las trayectorias alcanzó los 65 cm:
«La primera trayectoria es ascendente que diseca el fémur en la cara anterior hasta trocante mayor de unos 30 centÃmetros. Otra ascendente hacia arriba y hacia adentro hasta la región inguinal de 15 centÃmetros. La tercera ascendente y hacia afuera y hasta la lÃnea del fémur de otros 20 centÃmetros«.
Morante estuvo cerca de tres horas en quirófano tras la cornada en Huesca. Un especio de tiempo en el que se procedió a limpiar, sanar y reconstruir la zonas comprometidas. Tras ello, se le derivó al hospital San Jorge de Huesca, dónde fue ingresa en la UCI a la espera de una mejora positiva.