Las imágenes de un matador de toros solitario abandonando la puerta grande Madrid han sido un clamor entre los aficionados. El dispositivo de seguridad utilizado por las fuerzas del orden, no permitió a los aficionados acercarse a saludar a su héroe, al torero que acababa de tocar la gloria en el epicentro de la tauromaquia.Â
A pie y a caballo, no se permitió a ningún aficionado acercarse al torero. La puerta grande de Fernando Adrián, es y será, una de las más frÃas que se recuerdan en la historia del coso de la calle Alcalá. Sin embargo, este dispositivo es culpa de la actuación de muchas personas durante los triunfos grandes del pasado año. Allà se vivieron imágenes dantescas y toreros a los que se arrancaba a tirones parte del vestido.Â
La respuesta de la PolicÃa este año, ha sido evitar esas imágenes con un control mucho más exhaustivo. Distancia de seguridad y cuatro caballos al paso del matador para evitar situaciones de peligro e imágenes que rozan la decadencia. Fue la falta de civismo la que nos llevó a este extremo.
Quizás, y sólo quizás, eliminar la presencia de los caballos podrÃa suponer el acercamiento del pueblo a su héroe. El dispositivo a pie, deberÃa ser suficiente para evitar repetir errores del pasado… pero más importante es el civismo y la educación. Dos señas de identidad que algunos personajes, tiraron por tierra el pasado año, obligando al mayor despliegue de seguridad que se recuerda en la puerta grande de Madrid.Â