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Rostros de la temporada: Emilio de Justo

escrito por Álvaro Solano 03/11/2021
Galería: Bartolomé Bernal, cedidas por Burladero.tv – Texto: Álvaro Solano

Emilio de Justo es sin lugar a dudas uno de los nombres propios de la temporada. El torero de Torrejoncillo ha cuajado un año repleto de éxitos a lo largo de la geografía europea. Los datos le colocan en una posición privilegiada… pero en el toreo, los datos, las orejas y los triunfos, no lo son todo. Lo que verdaderamente le hace ocupar ese lugar de honor en el Olimpo de la tauromaquia, es el vigor de su toreo, la conexión con el público, las emociones que despierta, los abrazos en las plazas, los tumultos en las salidas a hombros… todo esto hace que la temporada tenga un sentimiento y un nombre propio: Emilio de Justo.

El espada ha copado multitud de conversaciones en bares, ha estado presente en los chascarrillos de los mentideros del mundo del toro y como el buen vino, ha amenizado las horas previas a muchas tardes de toros. Desde el principio de la temporada ha logrado que la afición hable de él, se ha ido ganando el cariño y el gusto de aquellos que eran reacios a su forma de entender la tauromaquia y que llevaba varias campañas mostrando. A los que ya eran “De Justistas”, les ha demostrado que ha venido para quedarse, que tenemos torero por mucho tiempo. Emilio de Justo ha cuajado una temporada muy completa; una temporada que responde al llamado y a la exigencia de cualquier figura de la tauromaquia.

Desde que tomase la alternativa en el año 2007 comenzó una travesía por el desierto que duró once largos años. Once años en el banquillo, esperando la oportunidad que merecía y que sólo encontró en tierras francesas. Una afición -la gala- que le descubrió y sacó del exilio ante los desprecios y las injusticias de los despachos… que muchas veces son más duros que la cara del toro. Un hombre paciente, con un sueño por cumplir, sabedor de que el toro coloca a cada uno en su sitio y que, finalmente, le ha situado donde merece, en la cima del toreo.

Ahora junto a Alberto García, ha formado un binomio triunfal. El empresario de Tauroemoción ha apostado por el extremeño, haciéndole ser respetado en los despachos y dándole el caché y la categoría que merece tras varios años de éxitos que le hacían merecerse el tratamiento de figura y que muchos no querían darle. Tras la solvencia y el poso de este año, se hace difícil no entender a Emilio de Justo como figura, más bien, sería imposible no entenderle como figura del toro.

Quizás a otros toreros, con otros nombres y apellidos, o con otros padrinos… no les hubiese costado ganarse el pan tanto como a Emilio, que se ha abierto camino entre el fango y el lodo que muchas veces aparece en la carrera de algunos toreros. Quizás sí alguno de estos factores se hubiese dado en la carrera del extremeño, llevaríamos años hablando de figura del toreo sin escuchar ningún rechiste. Sin embargo, polémicas a parte y centrándonos en lo que esta temporada nos ha dejado, este año el de Torrejoncillo, ha logrado poner a todo el mundo de acuerdo.

Habrá que ver sí este año las empresas reconocen el estatus de Emilio, sí las figuras le dejan colocarse en la posición que se ha ganado en el ruedo. Quizás, el sistema quiera aún dejarle atrás, pero el corazón de los aficionados está conquistado por el toreo y la esencia de una FIGURA de la tauromaquia con nombre y apellidos: Emilio de Justo.

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