
Manuel Perera continúa evolucionando favorablemente de la gravísima cornada que sufrió el pasado lunes en la plaza de toros de Vistalegre, durante la novillada de San Isidro. El espada entraba a matar al primero de su lote cuando recibió una fuerte cornada en la zona del estómago que le produjo evisceración.
El torero ha evolucionado favorablemente desde el día del percance y hoy le ha sido detectado un íleo intestinal. Un problema que a priori no preocupa, ya que esta falta de movimiento en los intestinos puede tener su origen en la operación y en la cornada que sufrió el joven.
El torero seguirá pasando revisiones para dictaminar la correcta evolución de la herida y para controlar la fiebre que, de momento, no ha aparecido.