Texto: RICARDO FUERTES: Vida de bravo | FotografÃa: NACHO BLASCO
La historia de Los Maños comienza allá por el año 1977, cuando José Marcuello comienza su andadura por los festejos populares de Aragón y alrededores. Pero no fue hasta 1988 cuando en compañÃa de sus hermanos se embarca en la compra de reses de Pepe Santolaya e ingresa en la Asociación de Ganaderos de Lidia.
Al poco tiempo, esta compra se vio frustrada y decidieron eliminarlo todo para comprar un lote de vacas y el semental «Listón» de D. Pablo Mayoral, de encaste Santa Coloma. Encaste que gustaba e ilusionaba a la familia y que a la postre, se ha visto que esa apuesta tendrÃa su recompensa. Ya en 2007 decidieron refrescar la ganaderÃa y lo hicieron con lo más puro de la rama BuendÃa. Compraron 20 vacas de Bucaré vistas tentar y un par de sementales, que dieron a la ganaderÃa ese punto de raza y de transmisión que necesitaba.
Desde entonces, la familia Marcuello ha seguido fiel a este encaste y están llevando a Santa Coloma a lo más alto en muy poco tiempo. Y es que, el pasado 6 de octubre se cumplÃan 20 años del debut de Los Maños. Fue en la plaza de toros de La Misericordia con una extraordinaria novillada con cuatro ejemplares aplaudidos en el arrastre y que les sirvió para volver los años siguientes al coso zaragozano.
Muchos han sido los éxitos cosechados desde ese año 2000, principalmente en el mercado de las novilladas donde Los Maños se han convertido en una garantÃa en plazas de primera categorÃa. Uno de estos éxitos fue el 7 de octubre de 2014 cuando «Quejoso» fue el primer novillo indultado en la historia de La Misericordia; hito que sin ninguna duda encumbró la ganaderÃa y la puso en boca de todos los aficionados. El interés puesto en este hierro aragonés se ha visto refrendado en toros y novillos que permanecen en el recuerdo de muchos, como aquel «Saltacancelas» en Vic-Frezensac o en momentos tan emocionantes como esa arrancada desde la otra punta de la plaza de «Jardinero» en su tercera entrada al caballo en esta misma plaza francesa.
El éxito no llega por casualidad a esta familia aragonesa, sino que es fruto de un compendio de cualidades básicas y necesarias para triunfar en el difÃcil mundo de la ganaderÃa de bravo. Afición, trabajo y exigencia, hacen el cóctel perfecto para que los «buendÃas» den lo máximo en todas las plazas. Una exigencia que según palabras del propio José Luis Marcuello es imprescindible: «la selección debe ser muy dura, porque si levantas el listón, poco a poco te hundes».
Prueba de ello es que apenas 10 o 12 hembras de cada camada pasan la dura prueba de un tentadero en el que se les exige un mÃnimo de 4 o 5 puyazos arrancándose desde más de 20 metros, y que después deben refrendar con un comportamiento en la muleta donde es imperdonable la falta de humillación. Pero lo más importante sin lugar a dudas, es la afición que mantiene unida a toda la familia en cada comparecencia de Los Maños por cada plaza que van y donde continúan generando ese interés que hace que esté resurgiendo la fé en el encaste Santa Coloma.
Desde estas lÃneas queremos agradecer a la familia Marcuello su inmejorable trato y su predisposición. Mucha suerte.
Texto: RICARDO FUERTES: Vida de bravo FotografÃa: NACHO BLASCO
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