Inicio Actualidad Gonzalo Caballero, en ‘Lo Bravo’: “Estuve muerto nueve minutos»

Gonzalo Caballero, en ‘Lo Bravo’: “Estuve muerto nueve minutos»

escrito por Álvaro Solano 10/06/2021

Gonzalo Caballero del Hoyo (Madrid,1991) bajó a los infiernos en la plaza madrileña de Las Ventas, en la corrida del Día de la Hispanidad de 2019, con una espeluznante cogida de pronóstico muy grave de la que casi no sale con vida. Estuvo nueve minutos muerto y de ese percance, y de otras tantas cornadas, guarda cicatrices indelebles por todo su cuerpo. “Cuando un toro penetra en la piel de un torero, inyecta algo de su propio ser. Podría hablar de cada uno de esos toros”, explica el diestro a las cámaras de Telemadrid. “Las cicatrices que tengo en mi cuerpo son un orgullo y una muestra de honor y de verdad”.
El diestro madrileño se desnuda metafórica y literalmente en el primer capítulo de â€˜Lo Bravo’ (este sábado, a las 17.15h), en un ejercicio de dura sinceridad y transparencia sobre sus miedos, sobre cómo ha resurgido de esa cogida, de cómo vivió la muerte de su padre o de sus planes para el día que consiga salir por la Puerta Grande. Un retrato estremecedor de la tauromaquia y de sus retos vitales que completan los testimonios de su madre, Chiqui del Hoyo, y algunos de sus mejores amigos, como el diestro Miguel Abellán, o el cirujano que le salvó la vida, el médico de Las Ventas Máximo García Padrós.

Telemadrid estrena este sábado ‘Lo Bravo’, un nuevo programa documental sobre el mundo de la tauromaquia de la mano de sus protagonistas, diestros y ganaderos. Grandes figuras que descubren para el gran público los secretos de un mundo que ha ido perdiendo adeptos y aceptación en la sociedad española durante los últimos años. Los personajes del mundo del toro están en peligro de extinción y sus historias merecen ser contadas. ‘Lo Bravo’ nace con la intención de inmortalizarlas antes de sean engullidas por los nuevos tiempos.

Gonzalo Caballero sufrió una cornada de dos trayectorias, una de 30 centímetros y otra de 25, que le seccionó la vena femoral y le desangró sobre la arena de Las Ventas. “Estuve a punto de perder todo aquello que tenía. Es ahí cuando sentí el compromiso con mi profesión, con el toreo: nunca dejarse vencer la batalla. Si te caes, te levantas. Si te vuelves a caer, te vuelves a levantar. Al final, eso es lo que marca la vida. Uno no llega lejos por lo que logra sino por lo que supera”, explica.

“Aquella cornada fue muy dura… Sentí una paz… Bueno –pensaba- está sucediendo en Las Ventas”, confiesa. “Había sentido que ese toro de Valdefresno había acabado conmigo y me había quitado la vida. Llamé a una enfermera para que le dijera al doctor de la UCI que me pinchasen lo que fuera, que ya no tenía fuerzas para más. Quería morir y terminar con ese sufrimiento”. Pero la tauromaquia es una forma de vida de la que no se desengancha. “El toreo me mata, pero me da la vida. ¿Cómo voy a abandonar ahora si es ahora cuando me he posicionado para todo aquello que sueño?”, concluye.

Texto: Comunicación Telemadrid

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