Es cierto que el caso «callejón» que envuelve a Miguel Abellán y a Morante de la Puebla, está dando una imagen muy dañina para la tauromaquia. Además, tras la versión de ambos protagonistas, queda claro que alguna de las partes no está contando toda la verdad, lo que puede continuar añadiendo leña al fuego.
Complicado resulta establecer quién miente y quién oculta información. Sin embargo, lo que está claro es que las dos versiones no son complementarias y que difieren en muchos de sus puntos, como vamos a poder analizar a continuación.Â
EPISODIO MATINAL, PREVIO AL SORTEO
Este es el episodio de mayor relevancia y el detonante de toda la polémica y el rifirrafe entre Morante de la Puebla y Miguel Abellán en el callejón de Las Ventas. Mientras el director gerente del Centro de Asuntos Taurinos afirma que todo transcurrió de manera cordial, la versión del matador de toros contradice lo dicho.
Miguel Abellán narró en los micrófonos de El Toril de Onda Madrid lo sucedido en los siguientes términos: «Lo que sucedió por la mañana, y no fue a las 8:00, fue a las 12 de la mañana. El apoderado se dirigió a la plaza de toros a visionar, como siempre se hace, el estado del ruedo. El ruedo se preparó con esmero, cariño y admiración. A mi pregunta de si sabÃan o no que el ruedo estaba más duro o más blando a su parecer, la respuesta de Pedro fue que ellos no sabÃan si lo querÃan más duro o más blando y ahà terminó la conversación». Sin embargo, la versión de los hechos que Morante ha descrito en El Mundo, poco tiene que ver con la dada por Miguel Abellán: «HabÃamos quedado en ablandarlo con la empresa. El objetivo era arreglar las durezas. La empresa estaba totalmente de acuerdo en hacerlo asà que mi apoderado acudió a primera hora. ¿Cuál fue mi sorpresa? En vez de estar la empresa, allà estaba Abellán con su séquito para decirle a mi apoderado que el ruedo no se toca«.Â
EL RIFIRRAFE EN EL CALLEJÓN
Lo sucedido en el callejón de Las Ventas es la parte visible del desencuentro entre ambas partes. Al doblar el sexto toro de la tarde, Morante de la Puebla acudió visiblemente enfadado hasta la posición de Miguel Abellán, encarándose y viviéndose unos momentos de máxima tensión entre ambas partes.Â
La versión del director gerente afirma que no existió tal discusión, ya que dos no discuten si uno no quiere, y que él no quiso:Â
«Entiendo que el maestro Morante de la Puebla, en un cúmulo de nerviosismo, no sé como denominarlo, o de salida de tono; no entendÃa algunas cosas que me intentó explicar a centÃmetros de distancia. No hubo tal rifirrafe, ni discusión. Escuché impertérrito y sin levantar la voz. No hubo tal discusión porque como se suele decir, dos no discuten si uno no quiere». Asà mostraba su visión de los sucedido en los micrófonos de El Toril.
Ahora, la versión de Morante desvelada en El Mundo, refleja una actuación más chulesca y desafiante de Miguel Abellán: «Le pedà explicaciones de por qué no le habÃa dejado meter a mi apoderado la rastra para ablandar el ruedo por la mañana. Él se limitaba a decir que acabara su cargo me lo dirÃa. No sé si me querrá pegar cuando le echen o me querÃa decir que no labró el albero porque no le salió de sus partes bajas. HabÃamos quedado en ablandarlo con la empresa«.
LA FAMOSA FRASE: «LO QUE TIENES QUE HACER ES NO ANUNCIARTE»
Esta ha sido la lapidaria frase de la polémica y la que se ha convertido en un grito de guerra entre detractores y admiradores. Quizás es en este punto dónde más coinciden las versiones aunque, contadas diferentes maneras, podrÃa llegar a afirmarse o negarse.
Miguel Abellán en los micrófonos de El Toril afirmó que en ningún momento pronunció esa frase a Morante, cosa que coincide con la versión del torero, aunque olvidó mencionar que sà la pronunció en presencia del apoderado: «Yo jamás en mi vida
me atreverÃa a decirle a alguien vestido de luces en una plaza si debiera o no debiera anunciarse y torear. Esas palabras no han salido de mi boca y, además, hay infinidad de testigos. Yo que ocupo un cargo público y me debo ya no sólo a mi profesión, sino al gobierno que represento y a la entidad que represento, el Centro de Asuntos Taurinos. Me limité a escuchar atentamente a la petición o demanda que el maestro Morante querÃa hacerme. Como digo nunca me dirigiré a un torero en términos que no sean desde el respeto y la admiración máxima que me profesan cualquiera que se vista de luces«.
De las palabras de Miguel Abellán se entiende que no se dirigió al matador sevillano en esos términos, pero Morante mantiene en su versión publicada en El Mundo que aquella frase fue pronunciada hacia su apoderado: «En vez de estar la empresa, allà estaba Abellán con su séquito para decirle a mi apoderado que el ruedo no se toca. En ese momento pronunció -lo que tienes que hacer es no anunciarte«.
LA PENDIENTE DEL RUEDO
Este ha sido otro de los puntos en los que ambas partes no concuerdan al hablar. Mientras que Miguel Abellán afirma su ya famosa frase sobre el Everest, Morante niega que en ningún momento haya hecho alusión a l apendiente del ruedo, que ya fue modificada hace años.
El director gerente pronunciaba al respecto en El Toril: «Yo no sé si el ruedo está en las necesidades que el maestro desea. Si que tiene todo el afán y el trabajo de un equipo humano que hay; y que están todos los dÃas que se torea acondicionando el ruedo. En San Isidro Morante cuajó una de las faenas de su vida en el mismo ruedo, pero a veces, un centÃmetro no molesta y en otras le parece el Everest«.
Morante en El Mundo, niega haber hablado en ningún momento sobre la pendiente del ruedo. Él sólo hizo referencia a la dureza del albero: «Nunca hablé de la pendiente. Sólo querÃa ablandar el ruedo«
Puedes consultar todas las declaraciones haciendo click en los links de El Toril y El Mundo