Paco Ureña se medía en mano a mano con Rafaelillo en Abarán. El murciano cuajó una sensacional tarde cortando tres orejas y un rabo, en dos actuaciones de máximo exponente artístico. Sin embargo, la cruz la pusieron las dos cogidas que sufrió en el segundo y tercer toro de su lote.
La primera cogida se produjo a la altura de la pantorrilla, siendo volteado de fea manera. Una vez en el suelo, a merced del animal, volvió a ser arrollado por el animal. Visiblemente mermado, se quedó en el ruedo cortando dos orejas y el rabo.
La segunda se produjo al salir de la enfermería para lidiar el último toro de su lote. Este le prendió y le estrelló contra las tablas en un percance grave que obligó al de Lorca a quedarse en la enfermería, siendo Rafaelillo el encargado de lidiar el animal. Por el momento no ha trascendido parte médico.