Curro de la Casa es un torero por los cuatro costados, y es que este torero guadalajareño ha pasado por todas las fases del toreo, desde el sufrimiento del banquillo a empezar a saborear ahora la dulzura del toreo. Hablar de Curro de la Casa es hablar de sinceridad en el ruedo y de honradez en la hondura de la persona, por ello este 2021 lo afronta ilusionado y ambicioso por poder dar un giro a su carrera.
¿Cómo te encuentras mentalmente?
- Me encuentro bien la verdad, estoy con muchas ganas e ilusión de poder seguir creciendo como torero.
¿Cómo te sientes estando toreando tanto en un año tan complicado?
- Contento, por volver a sentir lo que es vestirse de torero; su responsabilidad y todo lo que conlleva.
¿En qué momento te encuentras?
- La verdad que me encuentro en un momento de puro crecimiento personal.
¿Es duro el banquillo?
- Hay momentos muy duros pero de todo se aprende, aunque yo creo que sirve para ver las cosas con otra perspectiva.
¿Has pensado alguna vez en cambiar el oro por la plata?
- Nunca… no se me ha pasado por la cabeza sinceramente.
¿Cuál es la fórmula para no perder la ilusión?
- No hay ninguna fórmula, yo creo que hay confiar en que todos los toreros tenemos nuestra oportunidad para demostrar lo que llevamos dentro, luego es el toro el que muestra quiénes son los privilegiados elegidos para alcanzar ese nivel.
¿Hay rivalidad en el toreo?
- SÃ, hay rivalidad o por lo menos yo asà lo noto en la plaza.
¿Crees que hay justicia en el toreo?
- A veces no, pero el toro sà que es justo y detecta a las personas más capacitadas y preparadas y a las que no lo están, por lo tanto la justicia puede que la marque el toro.
¿Es el miedo el peor enemigo del torero?
- El peor enemigo del torero es el no poder disfrutar de aquello que le llena como persona, es decir, torear. Estar parado es el peor enemigo.
¿Quién es Curro de la Casa?
- Es muy difÃcil, la verdad. No serÃa capaz de autodescribirme.
Esto ha sido todo, la sinceridad de un torero que apunta maneras y ve en este 2021 donde algunos ven un año duro, un año de esperanza que marque un punto de inflexión en su carrera. Ojalá este año dé un golpe sobre la mesa y alcance cotas aún más altas.
Aitor Vian