José Garrido ha pasado una noche muy molesta debido a los fuertes dolores causados por las dos cornadas que recibió en su pierna izquierda en la tarde de ayer en Zaragoza. A los dolores de las heridas en muslo y gemelo se le suman además los múltiples golpes en pecho, espalda y cara que provocó la violenta voltereta.
El doctor Vallcarreres, encargado de supervisar diariamente el estado de salud del matador, ha concluido en su revisión realizada en la mañana de hoy miércoles que las cicatrices evolucionan favorablemente. El tratamiento en los próximos dÃas consistirá en calmantes por vÃa intravenosa para mitigar los dolores que provocan los destrozos fibrilares y musculares y un reposo absoluto. Se estima que abandone el hospital, en principio, a finales de semana.