Trigésimo tercera de San Isidro con toros de Victoriano del RÃo con lleno de «No hay billetes» en la Corrida de la Cultura.
Recibió Sebastián Castella al primero a la verónica. MetÃa bien la cara en el capote el de Victoriano. Comenzó por estatuarios ante un toro noble. Lo probó por ambos pitones pero no acabó de redondear ninguna tanda que llegara a los tendidos. Mató de pinchazo y entera. Doblándose por bajo comenzó la faena de muleta del cuarto. Ligó por el derecho con transmisión en los primeros compases pero al probarlo con la zurda se vino todo a menos. La estocada cayó baja y fue silenciado.
El recibo capotero de Paco Ureña con pausadas verónicas fue de lo mejor al capote en esta feria. Entró al quite Roca Rey por chicuelinas y la respuesta del murciano a la verónica fue culmen, con parte del público en pie. Fue un toro noble que no tenÃa un largo recorrido en su embestida pero Ureña mantuvo la intensidad con naturales muy puros y pasándoselo muy cerca. Lo prendió levantándolo del suelo pero acabó faena dolorido para darle los últimos naturales a pies juntos. Pinchó antes de casi entera fulminante y dio vuelta al ruedo tras petición. Salió de la enfermerÃa bajo su responsabilidad con una posible factura de costilla para lidiar al sexto, reseñado como quinto. De nuevo a la verónica pausada calentó los tendidos. El inicio de faena es de esos que se recuerdan, de esos que ponen a todos de acuerdo con estatuarios, trincherillas y remate con el de pecho, el público en pie. Le siguió una por el derecho con largura y ligazón. Al natural era menos agradecido el buen toro de Victoriano pero lo metió en cintura Ureña en dos series de mano baja, encajado, alargando el viaje y rematando con el de pecho mirando unos tendidos entregados con el toreo del murciano. Faena corta, explosiva y terminó de nuevo al natural antes de estocada entera. Tardó en doblar pero el público no olvidó lo vivido y le pidió con fuerza las dos orejas concedidas. Primera Puerta Grande de Paco Ureña en Madrid y su cuarta oreja en este San Isidro.
Roca Rey recibió al tercero de la tarde a la verónica. Manseó desde el comienzo y apretó en banderillas. Le costó al peruano pararlo en terrenos céntricos ya que entraba y buscaba salida. Era un toro correoso con peligro sordo que entraba pero le costaba salir de la muleta. Firme estuvo Roca Rey ante él y sin quitarle la muleta de la cara consiguió dos tandas ligadas de mucho mérito. Mató de estocada tras pinchazo y fue silenciado. Con Ureña en la enfermerÃa corrió el turno y lidió en quinto lugar el reseñado como sexto con el que tampoco tuvo suerte el peruano. Otro toro que salÃa suelto a cada cite y cuando lo hacÃa, sin clase alguna. No acertó con los aceros y fue silenciado.