Antonio Ferrera sigue totalmente desaparecido en el mundo taurino. El balear no está apareciendo en ninguno de los grandes ciclos de este primer tramo de la temporada. Ni en el litoral mediterráneo, ni en la capital española, ni en hispalis. Ninguna plaza está pudiendo o queriendo acartelar a este singular torero.
Es sorprendente la desaparición de este torero, tras estar presente el pasado curso en la gran mayoría de las grandes citas de la temporada. Por el momento, el torero no se ha pronunciado al respecto y, mucho menos, ninguna de las empresas que están anunciando o ya han anunciado sus carteles.
Antonio Ferrera es un torero singular. Odiado por muchos y amado por otros, pero singular, único. Su peculiar manera de entender la tauromaquia, a veces un tanto excéntricas, hacen de él un torero totalmente necesario para la tauromaquia. Su manera de entender el torero es inspiración pura, magia en su máximo esplendor cuando entrega la mente y desprecia el cuerpo.
