Por Sergio Hueso
Hace apenas 7 días que el Batán era el epicentro de los aficionados y ojalá continúe siéndolo dentro de poco tiempo. Numerosas personas y familias completas se acercaron por los cercados madrileños en casa de campo para disfrutar y visionar los toros que se lidiarían en unas horas en la plaza.
Hablo de un grupo (no muy numeroso) de unos aficionados “locos” (permítanme la expresión), que se pusieron de acuerdo para crear no solo dos espectáculos, sino todo un fin de semana lleno de tauromaquia, toreo y afición. Apostaron dinero de su bolsillo (y les aseguro que no poco), pusieron toda su ilusión y trabajo desinteresadamente con un único objetivo, crear afición y trabajar por la integridad del espectáculo recuperando la suerte de varas como se hacía antaño.
Creo que han cumplido sus objetivos con creces, pues tal y como dijo Alberto Palacios (cabeza visible de esta agrupación), están contentos con los resultados, y esperan consolidar esta actividad el próximo año, e incluso ir agrandando esta feria de aficionados cada año
De parte del servidor que escribe este artículo , quiero darles la enhorabuena por el espectacular fin de semana que pasamos en la comunidad de Madrid ,donde desde el miércoles olía a toro.
Creo que son importantes iniciativas como esta , y por supuesto la apertura del batán que es una gran afluencia y centro de afición. Donde mucha gente se acerca a pasar la tarde en familia , y visita los toros que días posteriores podrá ver lidiar en la plaza. Es un modo de aprender del toro , y sobre todo observar lo que “el ojo no ve” en la previa de un espectáculo.
