Mientras que diversos colectivos sociales y formaciones políticas no cesan en su empeño de afirmar que la tauromaquia está en decadencia, los números hablan por sí solos. Durante la pasada feria de San Isidro, con 29 tardes consecutivas de toros, la afluencia de público ha aumentado en pocos puntos los parámetros previos a la pandemia.
Según datos desvelados hoy por la Comunidad de Madrid, la cifra estaría cercana a los 600.000 asistentes. Una fantástica noticia que pone de manifiesto que nada más lejos de la realidad es afirmar que la fiesta de los toros está en decadencia. Sobre un abono de 29 tardes esta cifra se traduce en una media de entrada a la plaza de 19.000 aficionados por día.
Unas cifras que llevan al optimismo en el sector y que se están viendo reflejadas en tantas otras plazas que están colgando el tan ansiado cartel de «no hay billetes». Sin embargo, no podemos cantar victoria aún y todos tenemos por delante un duro trabajo para asegurar el relevo generacional y para que año tras años estas cifras sigan en aumento.
