La noticia más leÃda de esta semana, ha sido el extracto de una entrevista antes del debut histórico de los toros de Victorino MartÃn en la plaza de toros de Cali. En este artÃculo se analizaba el motivo por el que no se podrÃa indultar, en los términos normales que conocemos, ningún toro de la A Coronada en Cañaveralejo. La falta del certificado de Paravida en el traslado de los animales de un paÃs a otro, han imposibilitado que en caso de indulto, el animal serÃa sacrificado en los corrales de la plaza.
Asà te lo contamos el pasado 28 de diciembre en los dÃas previos de la histórica cita:
La llegada de los toros de Victorino MartÃn a Colombia, ha despertado una grandÃsima expectación en toda la afición colombiana. Tanto es asÃ, que muchos de los medios nacionales han tenido espacio para mostrar en imágenes los toros o para guardar alguna columna en los principales diarios de la nación. Sin duda, la tarde del próximo 30 de diciembre, será una de las más importantes para la historia de la tauromaquia en este paÃs.Â
Sin embargo, una de las grandes dudas que ha sobrevolado el panorama taurino ha sido qué sucederá sà se indulta uno de los siete animales que el ganadero ha llevado hasta Colombia. La revista Semana, una de las más prestigiosas del paÃs, ha dado respuesta a esta pregunta en una amplia entrevista al ganadero.
En caso de que una o más de las reses de la «A» Coronada sean indultadas, no podrán devolverse a España ni quedarse en el campo bravo colombiano; deberán ser sacrificados en la plaza: «si el público indulta un toro, tendrá que ser sacrificado en los corrales«.
El motivo de esta drástica decisión, viene dado por el convenio agropecuario entre España y Colombia que permitió la llegada de los siete astados hasta los corrales de Cañaveralejo. En él, según el medio citado anteriormente, no se incluyó el certificado de paravida que permitirÃa a las reses poder padrear en el campo.Â
2 comentarios
Estoy de acuerdo con el ganadero, es prestigio.
La voluntad del público que pide un indulto, debe estar sobre todo trámite burocrático de los «CESARES» que agachan el pulgar y sacrifican un Toro Bravo que cumplió en el ruedo para ganar su vida eterna.