
México se ha teñido de luto tras la muerte del banderillero de toros Beto Preciado. Un hombre muy querido, respetado por compañeros y afición, íntegro y un enamorado de la tauromaquia. Dedicó toda su vida al toro, empezando como novillero, pasándose más tarde a las filas de plata y por último, ejerciendo como apoderado junto a su hermano.
Más de 40 años vestido de plata, con tardes gloriosas y otras tantas aciagas. En la sombra, sin destacar, tapando problemas y aportando recursos… como los grandes de su profesión; dónde prima la calidad frente al lucimiento. Con la muerte de Beto, la tauromaquia no sólo pierde a un gran hombre, si no también a uno de los mejores banderilleros de la historia.
Las redes se han teñido de gris para despedirle, con miles de mensajes e imágenes desde todos los estamentos de la sociedad, no sólo del mundo del toro. Aquí hemos podido recoger algunos de ellos.