Uno de los percances que tuvieron lugar en la Pobla de Farnals, pudo haberse impedido de no haber sido por la negligencia del propio corredor. El joven fue advertido en varias ocasiones por los profesionales que le instaban a abandonar el recinto al estar utilizando el teléfono móvil, pero el joven hizo caso omiso de sus avisos. Minutos más tarde, se rozaba la tragedia con una terrible cogida que sobrecogió a todos los presentes. El joven quedó inmóvil en el suelo tras el impacto con el astado; una cogida muy violenta en la que el toro le volteó en varias ocasiones. Varios presentes lanzaron prendas de ropa y citaron al toro para lograr un cambio de viaje y que dejase al corredor, como finalmente ocurrió.
La noticia la ha adelantado el Diario de Levante en un extenso e interesante artículo publicado en su diario. Un escrito en el que se pone de manifiesto la importancia de la presencia de estos «colaboradores» en festejos taurinos y la notoria necesidad de atender a sus indicaciones para evitar incidentes. Han sido y serán muchas, las situaciones de peligro que estas personas han evitado y evitarán: desde el uso de teléfonos móviles, pasando por corredores ebrios, calzados inadecuados, situaciones inadecuadas… Su labor es excepcional.
Por suerte, este joven sólo recibió una cornada y ya se encuentra en su domicilio recuperándose de la herida, pero el toro es bravo por naturaleza y las consecuencias podrían haber sido mucho peores.
