
Antonio Ferrera resultó corneado ayer en la plaza de toros de Badajoz: 15 cm de cornada en el muslo, sin afecciones graves a vasos vasculares. Sin embargo, el diestro no quería perderse el homenaje a José María Manzanares en Alicante y pidió al equipo médico torear bajo su propia responsabilidad.
Ferrera, gran amigo de Manzanares padre y admirador confeso de su toreo, brindó al público una gran tarde de toros, triunfando y saliendo a hombros. Acabando pasando por la enfermería para un posterior examen y revisión del percance del día anterior.
El torero mostró desde el primer momento su firme disposición a mantener su compromiso y actuar en Alicante.