
“Me quedé inmóvil, sabía que me había roto algo». De este modo recuerda Alejandro Gardel el percance sufrido este sábado en el campo y que le ha tenido tres días ingresado y sedado en el Hospital Universitario de Getafe de donde salió a última hora de la noche.
Estas han sido las primeras declaraciones del torero tras abandonar el hospital, en el que ha permanecido un total de tres días ingresado y sedado.
El torero, que ha sufrido una fractura de Íleon y de cadera, sufre fuerte dolores y está siendo tratado con numerosos calmantes y antiinflamatorios: «Estoy con muchos dolores y a base de calmantes de todo tipo».
Gardel afrontará ahora un larga y compleja recuperación, ya que no se puede intervenir quirúrgicamente la fractura de Íleon:“La fractura del Ilión no tiene intervención por lo que deberá soldar a base de reposo, eso es lo único que me importa ahora”.