Paco Ureña pasó por la enfermerÃa de Las Ventas tras la lidia del segundo toro de la tarde. Toreaba relajado el murciano sobre la diestra cuando el astado se lo echó, literalmente, a los lomos. Aparatosa voltereta de la que salió aturdido y con un fortÃsimo golpe en el pecho. A pesar de los signos de dolor, el espada se quedó en la cara del animal hasta pasaportarlo. Tras una vuelta al ruedo pasó por su propio pie a la enfermerÃa dónde fue atendido de:
«Contusión parrilla costal izquierda con posible fractura, contusión escápula izquierda, pendiente de estudio radiológico. Pronóstico: Reservado, bajo su responsabilidad decide continuar la lidia».