Juan José Padilla sufrió una espeluznante cogida en la plaza de toros de Arévalo. El jerezano tropezó tras un ajustado par de banderillas y el astado hizo por él, propinándole un duro derrote en la cabeza que afortunadamente sólo quedó en un arrancamiento del cuero cabelludo. Se vivieron momentos de gran angustia en la plaza por la colocación del pitón en la cabeza del Ciclón de Jerez.
En declaraciones a los compañeros de Aplausos el Pirata no ve razón para no hacer el paseíllo en su despedida de Pamplona: «No veo motivo para no poder estar en Pamplona en el cartel de mi despedida… Por mis sensaciones no veo que esto impida hacer el paseíllo en San Fermín» Añade «Entré por mi propio pie a la enfermería, consciente en todo momento, y una vez allí me atendió fabulosamente bien el equipo médico de la plaza el cual me limpió la herida, la exploró y la suturó. Después me trasladaron al Hospital Nuestra Señora de Sonsoles en Ávila donde me realizaron un TAC, un escáner y una prueba de tórax para descartar cualquier lesión en las costillas flotantes puesto que de la caída y la cogida entré dolorido a la enfermería en esa parte del cuerpo»
Afortunadamente las pruebas que se realizaron al espada jerezano descartaron cualquier tipo de lesión cerebral y en la zona de las costillas. Ahora se recupera en Sevilla en manos del doctor García Perla con todas las ilusiones puestas en su despedida de Pamplona. Hombre religioso, lo primero que quiso fue dar «gracias a Dios» porque el percance fue mucho menos de lo que pudo llegar a ser.
