Durante la lidia del quinto novillo de la tarde en Cenicientos, Francisco Montero fue prendido cuando toreaba al natural. El animal le propinó una cornada en el muslo izquierdo, de la que el novillero se repuso hasta estoquear al astado.Â
Una vez pasaportado, acudió a la enfermerÃa para un examen más completo que reveló una cornada de dos trayectorias en el muslo izquierdo: «Durante la lidia del quinto toro, Montero ingresa en la enfermerÃa por una herida por asta de toro en tercio medio del muslo izquierdo con dos trayectorias: la primera que afecta al vasto interno de unos 10 centÃmetros y otra externa en trayectoria ascendente sin afectación muscular de unos 6 cm».Â
Además, el espada queda pendiente de un estudio radiológico que confirme sà sufre una fractura a la altura del antebrazo.