La UCTL, Unión de Criadores de Toros de Lidia, ha elaborado un extenso informe sobre la situación del sector ganadero de bravo, tras las crisis derivada de la Covid-19.
Un texto y unos datos que cualquier aficionado debe conocer, leer y meditar.
La UCTL, Unión de Criadores de Toros de Lidia, ha elaborado un extenso informe sobre la situación del sector ganadero de bravo, tras las crisis derivada de la Covid-19.
Un texto y unos datos que cualquier aficionado debe conocer, leer y meditar.
Soto de Roma es uno de esos lugares donde todo bien aficionado desearÃa perderse, por su belleza, por su misticismo y por el pedacito de historia de la tauromaquia que aguardan los toros de Gavira, puesto que proceden en su origen de la ganaderÃa más antigua de cuantas existen, la de Raso de Portillo.
Los toros castellanos del Raso, pasaron por diversas manos y fueron bajando a lo largo de la geografÃa española hasta llegar a José Antonio Marzal, quien en los años 30 añadió un semental de Pablo Romero, otro del Conde de la Corte y vacas de origen Ybarra. En 1956, don Salvador Gavira Sánchez adquiere esta ganaderÃa para cumplir con el sueño de su hijo Antonio, que por aquel momento apenas tenÃa 16 años de edad, y decidió sacrificar toda su vida para dedicarse plenamente a la ganaderÃa. Tras muchos años de lucha, y cosechar ya numerosos éxitos, en 1985, y con la intención de dotar a su toro de mayor cara, adquiere un toro de Salvador Domecq y un lote de vacas viejas del mismo hierro.Â
Durante su fructÃfera vida ganadera, don Antonio Gavira esculpió un toro reconocible y con personalidad propia. Un toro con rizos en el morrillo, bajo, con badana; de patas finas, con buen cuello y unas caras reconocibles y serias con esa vuelta de pitón tan caracterÃstica. La nobleza es la base de esta ganaderÃa que tantos y tantos triunfos ha propiciado a las máximas figuras de todas las épocas. Desde Manolete, hasta Morante de la Puebla, pasando por S.M. «El Viti», El Cordobés, Palomo Linares o el recordado Iván Fandiño. Todos ellos han podido apreciar las mieles del triunfo, acompañados de las personales y lentas embestidas de los toros de Gavira.Â
Tras la muerte de don Antonio, sus hijos se hacen cargo de la ganaderÃa, pero tras una serie de desavenencias familiares y diferentes criterios, tanto ganaderos como empresariales, deciden repartir la ganaderÃa. Desde el año 2015, Juan Antonio Gavira y Almoraima, son quienes ostentan el hierro original e intentan mantener el legado de su padre, de la mano de la prudencia y la sostenibilidad. Juan Antonio, farmacéutico de profesión y ganadero por devoción, es quien a dÃa de hoy regenta la ganaderÃa, ya que su hermana Almoraima se desvinculó dos años más tarde al cambiar de residencia, aunque ayuda siempre que puede en tareas veterinarias. La crisis ha llegado en el peor momento posible, ya que tras la partición, Gavira lidió por última vez en la plaza de toros de Las Ventas en el año 2016 – cuando se lidió un gran toro que le tocó en suerte al maestro Curro DÃaz – y desde entonces no ha podido volver a estar presente en ninguna feria.
Durante una amable y sincera charla con Juan Antonio, hablamos de la terrible crisis que está sufriendo el mundo del toro – y la que está por venir -, pero él no va a reblar en su lucha y sabe que toda ganaderÃa pasa por momentos buenos y por momentos complicados, y confÃa en poder aguantar con las 60 vacas madre que tienen a dÃa de hoy, para poder volver a ver los toros de Gavira en las grandes ferias en el año 2023.
Mientras, los aficionados podremos disfrutar del paraÃso del toro en Soto de Roma con las visitas que el propio ganadero realiza en su finca, para que quien lo desee, pueda conocer cómo vive el animal más bonito de cuantos existen, desde que nace hasta su plenitud.
Queremos agradecer a Juan Antonio su inmejorable trato y desear a la ganaderÃa Gavira, toda la suerte del mundo en esta nueva etapa.
La Plataforma Toro Bravo Andaluz sigue clamando contra las injusticas y el abandono del gobierno autonómico, que está sometiendo a las cientos de ganaderÃas de bravo en AndalucÃa a un calvario sin cuidados paliativos. Un sector que genera más de 50.000 empleos, que lucha contra la despoblación en entornos rurales y que es un guardián contra el cambio climático, además de salvaguardar grandes hectáreas de un valor ecológico incalculable.
Canal Sur, a través del programa Tierra y Mar, ha dado voz a la asociación y a ganaderos, que han detallado la dura situación que viven. Ocho minutos de reportaje que son una joya, una oda a la tauromaquia y a la labor de todos estos hombres y mujeres del campo enamorados de su profesión y de la tauromaquia.
#SalvemosAlToro
Texto: RICARDO FUERTES (Vida de bravo)
Imágenes: NACHO BLASCO (Vida de bravo)
Viajamos hasta tierras gaditanas para adentrarnos en «Las Cobatillas», donde pastan los toros de Ana Romero. Bastión del encaste Santa Coloma, aunque con el sello propio que la familia Carrasco-Romero ha imprimido a su vacada desde que en el año 1958, y aconsejados por su buen amigo don JoaquÃn BuendÃa Peña, adquiriesen un tercio de las madres de Alipio Pérez-Tabernero.
Desde Salamanca hasta Alcalá de los Gazules viajaron las vacas ibarreñas de don Alipio, a las que añadieron sementales más asaltillados de JoaquÃn BuendÃa, para unir las dos ramas del encaste Santa Coloma; sangre que por aquel entonces era predilecta de todas las figuras del toreo.
Durante los primeros años, fue don JoaquÃn BuendÃa quien ayudó a la familia en todas las tareas de la ganaderÃa y de selección. Su tremendo conocimiento del encaste y la gran afición de doña Ana Romero, hicieron que poco a poco terminasen por enamorarse de las peculiaridades del ganado de Santa Coloma y lo mantuvieran hasta dÃa de hoy, cuando su hijo Lucas Carrasco es el encargado de mantener la divisa que crearon sus progenitores hace ya más de sesenta años.
El toro de Ana Romero tiene unas particularidades y una expresión que lo hace único. Son toros cortos, bajos, reunidos, muy armónicos, degollados, con una mirada de gran expresividad y que a pesar de no ser animales con encornaduras muy desarrolladas, les confieren una tremenda seriedad. La combinación de sus pelos cárdenos en todas sus variedades, con la belleza del campo gaditano hacen que pasear por «Las Cobatillas» sea un auténtico deleite para los ojos.
Desde los inicios, siempre han mantenido la misma filosofÃa de mantener una ganaderÃa corta con alrededor de 100 vacas madre para poder tenerla siempre en la cabeza y muy controlada. La selección de las vacas es esencial, puesto que en ellas recae el mayor activo de la ganaderÃa. Para realizar dicha selección es fundamental el comportamiento en el caballo, al que deben acudir galopando y con verdad varias veces, pero también la entrega, el recorrido y la humillación en la muleta son caracterÃsticas indispensables para poder superar el duro examen del tentadero. No suelen tener sementales fijos para poder abrir lÃneas y suelen padrear toros con dos o tres años – elegidos por su morfologÃa y por su familia – y que después son lidiados.
El toro de Santa Coloma y particularmente el de Ana Romero, es un toro con mucho interés para el aficionado y para el torero, puesto que todo lo que se le hace tiene un enorme valor. El maltrecho sistema actual ha relegado a esta ganaderÃa – y otras muchas – al mercado francés y de la zona norte de España, pero siempre fue un hierro de garantÃas para las mayores figuras del escalafón. Uno de los éxitos más sonados de la divisa amarilla y celeste, fue el indulto del toro «Marquito» en Granada y en manos del maestro Ortega Cano. Importante hito en una época en las que escaseaban los indultos y fundamental para el devenir de la ganaderÃa, puesto que «Marquito» volvió al campo para dejar una importante descendencia.
Agradecemos enormemente el trato recibido por don Lucas Carrasco y desde estas humildes lÃneas queremos desearle toda la suerte del mundo para que esta ganaderÃa vuelva al lugar que merece en una fiesta en la que el toro debe ser siempre el protagonista.
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