Por : Carlos De San Lázaro Campos
El sábado 8 de abril de 2017 cerraba por última vez sus ojos el pequeño Adrián Hinojosa . Este niño valenciano se habÃa convertido por sorpresa en protagonista en el mundo de los toros antes de tiempo . Un angelito de tan sólo ocho años que soñaba con ser torero algún dÃa y salir a hombros por la Puerta Grande de la plaza de toros de Valencia y que el destino hizo que se encontrase cara a cara con una terrible enfermedad conocida como Sarcoma de Ewing que le estaba acechando y , como es de recibo en estos casos , el mundo del toro se volcó en su ayuda organizándose un hermoso Festival Taurino para conseguir fondos con el impetuoso deseo de salvarle .
Aquella iniciativa que tuvo lugar en la Plaza de toros de Valencia el 8 de Octubre de 2016 en favor de la Fundación de OncohematologÃa Infantil del Hospital del Niño Jesús de Madrid estuvo respaldada por los diestros Vicente RuÃz El Soro, Enrique Ponce, Vicente Barrera, Rafaelillo, Román, Ginés MarÃn y Fernando Beltrán que trenzaron el paseÃllo junto al pequeño Adrián y que siempre recordaremos con tristeza cuando salió a hombros aquella tarde por primera y última vez en su corta vida. El festejo recaudó la cifra de 36.538 euros , cuantÃa hecha pública por su progenitor Eduardo Hinojosa que al igual que el resto de familiares y amigos sufrÃan dÃa a dÃa por la salud de Adrián.
La lucha y el afán de superación ante las desgracias que se cruzan en la vida de Adrián y los suyos se encontraron también con ataques incomprensibles contra el menor debido a su afición a la tauromaquia. ¿Quién puede creerse que en pleno siglo XXI se deseé la muerte a alguien por ser aficionado a los toros? , como lo leen asà es el mundo que por desgracia estamos viviendo…en donde se compadece al delincuente y criminaliza al agente del orden . En la que un violador o asesino se cuestiona una pena de prisión mayor por si …algún dÃa se reintegra en la sociedad (que se lo digan a los vecinos y familiares vÃctimas de un violador en serie o asesino que reincide) , y es más , hoy dÃa nos encontramos con que les dan publicidad y voz a un movimiento que según dicen viene a ser el progreso del planeta vendiendo hábitos sin carne, enfrentando a la sociedad por lucha de sexos , ideologÃas o costumbres .
La tauromaquia es un arte transgresor hoy dÃa asà como bien dice Rubén Amón en su obra » El fin de la fiesta » pues reúne el valor y juego con la muerte contra una fiera que por instinto busca atacar . Hubo un tiempo en los que metÃan en una jaula a un toro bravo y un león como atracción y curiosidad para el público poder ver una encarnizada lucha entre dos animales peligrosos, el toro salÃa vencedor de la lucha sin pestañear siquiera y sin huir del enfrentamiento . PodrÃa considerarse una salvajada si claro , pero es precisamente la evolución de la sociedad la que extingue o perpetúa una tradición . Asà pues al hablar de la tauromaquia nacida en el mundo rural en civilizaciones antiguas y llena de episodios entre misticismo y leyenda se ha conservado esta milenaria práctica sentando sus raÃces en tierras hispánicas . Con el paso de los años ha evolucionado la tauromaquia a diferentes modalidades hasta convertirse en un festejo soberano de ritual sacrosanto para quién lo disfruta con pasión y lo practica .
Volvamos al inicio de todo , que motiva esta entrañable entrevista a Eduardo Hinojosa, padre de Adrián , que me irá desvelando el porqué de rendir homenaje a su hijo instaurando un Festival Taurino benéfico en memoria de Adrián , que no es otro que guardar homenaje a ese niño que quiso ser torero , o al menos soñaba con adentrarse en el mundillo , y recibió la peor cornada de su vida , el cáncer y que ahora con ese Festival que de organizarse anualmente servirÃa para colaborar en la investigación contra el cáncer infantil.
Eduardo Hinojosa es un bilbaÃno de cuarenta y tres años de edad pero criado en Valencia y administrativo de profesión . Desde muy niño es aficionado a los toros. No se le olvida cuando acompañaba a su abuelo y luego a su padre a la plaza de toros de Valencia los dÃas de corrida en la capital del Turia. Su hijo Adrián heredó esa afición por los toros llevada hasta la pasión con total fervor. Varios fueron los toreros que idolatraba como el murciano Rafaelillo y el peruano Andrés Roca Rey, pero sin duda con el que se sentÃa identificado era con el leonés Javier Castaño que como saben también luchó a vida o muerte contra el cáncer. Quizás una novillada que fue a ver junto a su abuelo Dani le dejó impactado por el espectáculo que estaba disfrutando, la idiosincrasia del torero convertido en un héroe visto por sus ojos y su inocencia de niño que ya sabÃa valorar el arte , el temple y el mando sobre el burel ….total que ya se fraguó en su alma y su corazón la fiebre del toreo. El deseo que empuja a Eduardo es que oficialmente se instaure un Festival Taurino de carácter anual con la finalidad de recaudar fondos que serÃan destinados en su integridad a la Fundación de OncohematologÃa Infantil del Hospital del Niño Jesús de Madrid que preside el doctor Don Luis Madero.
Al tratar temas delicados le noto dolido al recordar los ataques como dardos envenenados que, desde las redes sociales recibÃan contra su hijo por ser aficionado a los toros, incomprensibles e injustificables que sin pudor humillaban al menor enfermo de cáncer. En la conversación tuvimos un recuerdo para los diestros VÃctor Barrio e Iván Fandiño eternamente en nuestros corazones y que desgraciadamente ya partieron al ruedo celestial. Eduardo envÃa un fuerte abrazo a sus viudas visualmente emocionado con tristeza por lo que tuvieron que sufrir no sólo por la pérdida de sus respectivos maridos sino por los ataques continuos desde sectores animalistas. Consternado por el devenir de una sociedad falta de valores y sensibilidad que nos mira a los taurinos como unos «apestados» , nos califican de asesinos estos que desconocen la verdadera esencia del toreo , el mundo rural y el papel del ser humano en su relación con el hábitat que le rodea . Nada más que decir ante estos dÃas en los que los incendios nos asolan y poca o ninguna, mano de obra venida desde esos que tanto aman al planeta.
Nuestra conversación fue diluida y breve, más profusa en detallar la valentÃa y constancia de un padre dolido por la pérdida de su hijo pero con la sensibilidad palpable de volcarse en una causa benéfica destinada a estudiar la enfermedad de cáncer infantil. Me recuerda que el deseo expreso de su hijo cuando llegó a reunir al mundo del toro que se involucró en el Festival Taurino en su nombre, no era otro que se pudiese recaudar fondos para salvar también a otros niños con esa enfermedad. Se dirige a la Diputación de Valencia, a los organismos competentes ser escuchada su petición y que algún dÃa no muy lejano sea en Valencia o en otra provincia y reconocido oficialmente el Festival Taurino en memoria de Adrián, un evento anual que consiga hacer más fácil la vida de aquellos niños con cáncer.
Desde aquà agradecer a Eduardo Hinojosa su preciado tiempo en atenderme y poder con este reportaje aportar «nuestro granito de arena» tanto personalmente como desde el equipo que formamos en este medio dedicado a la actualidad del mundo taurino , contrabarrera6, en difundir esta petición .