El Taller de Tauromaquia para Escolares organizado esta mañana por la Empresa Pagés ha vuelto a ser todo un éxito al reunir a más de 1.000 alumnos en el ruedo de la Plaza de Toros de Sevilla, donde han recibido nociones básicas del toreo de salón en los diferentes tercios de la lidia.
Estos niños y jóvenes, escolares y universitarios de edades comprendidas entre 6 y 20 años, han experimentado un acercamiento práctico al mundo del toro, aprendiendo a realizar las distintas suertes del toreo de la mano del Club de Aficionados Prácticos, que dirige el torero Eduardo Dávila Miura y que son colaboradores de la Empresa Pagés en esta actividad.
Desde las diez de la mañana hasta las dos de la tarde han pasado por la Plaza de Toros de Sevilla cuatro colegios de enseñanza primaria, dos centros de educación especial y dos facultades, además de asociaciones de jóvenes aficionados de Sevilla y colegios mayores. En total, más de mil alumnos que han tenido un contacto privilegiado con la fiesta de los toros en este escenario único.
Los alumnos iban rotando en un taller que, con una hora de duración aproximada, les muestra las distintas suertes del toreo: capote, muleta, banderillas y suerte de picar, que se realiza a lomos de dos caballos perfectamente pertrechados como si fueran a participar en la lidia de un toro.
Los centros y asociaciones que han participado en esta actividad son los siguientes: El Buen Pastor, Salesianos de Utrera, Highlands School, Colegio de Fomento Tabladilla, la Asociación Paz y Bien de Santiponce y Alcalá de Guadaira, Facultad de Comunicación, Tertulia Taurina Universitaria, Juventud Taurina de Sevilla y el Colegio Mayor San Juan Bosco.
La Jornada de Puertas Abiertas en la Maestranza se ha convertido, después de seis ediciones, en una auténtica manifestación de afición en la ciudad de Sevilla. Cada año crece el número de participantes y en esta ocasión miles de aficionados, visitantes y curiosos han abarrotado el ruedo en las dos horas que ha durado esta actividad, con especial presencia esta vez de familias enteras con sus hijos pequeños. La empresa Pagés ha vuelto a fomentar la tauromaquia con este contacto directo con el que para muchos es un lugar mítico del toreo, un auténtico templo de la Tauromaquia.
Más de 5.000 personas han participado en esta actividad organizada por la empresa Pagés en colaboración con la Fundación Cajasol, superándose la cifra del año anterior y consolidándola como la cita más multitudinaria de la preferia.
Personas de todas las edades no solo pisaron el ruedo maestrante, sino que participaron activamente toreando de salón asesorados por un total de 20 monitores profesionales del equipo de Eduardo Dávila Miura, colaborador de Pagés en esta acción. Fue un taller de toreo en toda regla, con distintas áreas dedicadas a las diferentes tercios y suertes del toreo. Alumnos ocasionales torearon con el capote, colocaron pares de banderillas, torearon con la muleta y hasta pudieron subir en un caballo de picar de los que se utilizan en las corridas del coso maestrante.
Incluso se habilitó un espacio dedicado a los más pequeños -grandes protagonistas de la jornada de hoy por su numerosa presencia- con capotes y muletas de reducido tamaño. La Maestranza fue, por tanto, epicentro del toreo en dos horas largas en las que los aficionados pudieron aprender un poco más de todos los tercios de la lidia.
El Taller de Tauromaquia ha sido dirigido por el matador de toros Eduardo Dávila Miura y su equipo del Club de Aficionados Prácticos, contando con la coordinación del gabinete de prensa de Pagés, Toromedia Comunicación. Dávila Miura se mostraba muy satisfecho de la experiencia: «Ya llevamos seis años y la mayor satisfacción es que esta iniciativa de la Empresa Pagés va a más. Da gusto ver este ruedo lleno de aficionados y de mucha gente, incluso muchos turistas que nos visitan y se interesan por el toreo. Como torero para mí es un privilegio pisar este ruedo porque me trae muchos recuerdos y sensaciones. Lo bonito es que todo el que esté aquí pueda sentirse torero por un momento».
Las principales escuelas taurinas de la provincia participaron en la Jornada de Puertas Abiertas de Pagés: la escuela taurina de Sevilla, la escuela taurina de La Algaba y la de Écija. También contó con la colaboración de la Cuadra de Caballos de Picar de Sevilla.
Este es el sexto año consecutivo de esta actividad sin precedentes en ninguna otra plaza, que tendrá continuidad el próximo lunes 29 de abril con un taller de tauromaquia para escolares que va a reunir a más de 1.000 alumnos de distintos centros sevillanos. Esta actividad no está abierta al público, solo a los centros educativos que participan.
Tras la polémica suscitada por el vídeo del partido PACMA, en el que su candidata Laura Duarte confundía un buey con un toro de lidia, hoy se han medido en mano a mano Chapu Apaolaza y la candidata del partido animalista. El encuentro ha sido en el programa «Espejo Público» emitido por la cadena Antena 3.
Laura Duarte ha vuelto a defender su postura acerca de Marius, afirmando que se trata de un toro. El portavoz de la Fundación del Toro de Lidia, Chapu Apaolaza, exigió a la candidata animalista que rectifiquen y no mientan. Además, añadió:«Marius no es un toro de lidia. Si fuera un toro de lidia, desgraciadamente Laura Duarte, estarías muerta. Que un partido animalista cometa estos errores es como si viniera un partido de físicos a decir que el agua no moja» continuó: «el nivel de degradación de la ciencia que estáis haciendo los animalistas es terrible. Un toro de lidia es un toro de combate, por eso se lidian en la plaza. Marius es un buey, si le clavasen una banderilla saldría corriendo».
Por cuarto año consecutivo, la Empresa Pagés ha querido propiciar el contacto de sus abonados con el campo bravo, actividad enmarcada dentro de la programación cultural y promocional de la Feria de Sevilla. Un grupo de 60 personas ha visitado la ganadería de Soto de la Fuente, muy cercana a Las Pajanosas (Sevilla), uno de los hierros que este año lidiará una novillada en el abono de Sevilla en el mes de junio y que vuelve a esta plaza después de años de ausencia.
La iniciativa, organizada en colaboración con Caja Rural del Sur y Fomento Cultural de la Tauromaquia Hispanoamericana, viene precedida por el éxito de las anteriores y ha vuelto a satisfacer a los participantes, elegidos por sorteo entre abonados y seguidores de las redes sociales de la plaza de toros. La experiencia consistió en llevar a aficionados al campo de forma totalmente gratuita para conocer de primera mano la vida del toro bravo.
La jornada comenzó a las diez y media de la mañana, cuando un autobús recogió al grupo en la Torre del Oro y lo trasladó a la finca ‘El Roque’, a unos 30 kilómetros de Sevilla. El ganadero esperaba en la parte de la finca donde están los toros para mostrar las corridas y novilladas de este año, incluida la de Sevilla. Dos tractores con remolques transportaron a los aficionados, que tuvieron la oportunidad de visitar toda la finca y disfrutar incluso de un aperitivo en medio del campo.
El ganadero Javier Soto de la Fuente fue el encargado de comentar los pormenores de la cría del toro bravo conforme se desarrollaba la visita y atendió amablemente a todas las preguntas que hicieron los invitados. Concluido el repaso al ganado, los abonados asistieron a un tentadero realizado curiosamente -gran detalle por parte del ganadero- por los novilleros anunciados en la novillada de Sevilla: Aquilino Girón, Parrita y Pablo Páez.
El representante de la ganadería valoró de forma positiva esta iniciativa: «Esto es lo que todo el mundo debe conocer, y más si es aficionado. Es fundamental conocer al toro en su entorno, cómo vive, y no quedarse en los 20 minutos de su lidia. Hay que dar a conocer todo lo que conlleva su crianza, su hábitat y sus cuidados». A lo que añadió: «Ha sido un placer abrir las puertas de casa a esta iniciativa de la empresa Pagés y poder ofrecer además la posibilidad de ver a los tres novilleros que van a matar la novillada en Sevilla».
Después del tentadero, los abonados disfrutaron de un almuerzo y tuvieron un rato de charla en uno de los salones del cortijo, comentando todos los pormenores de una jornada inolvidable para todos los que participaron en ella.
Tremendo «zas» de la Plaza de Toros de Las Ventas al candidato de «Ahora Madrid» por la Comunidad de Madrid, Hugo Martínez Abarca. Manipulando la verdad, el candidato de la formación morada publicó en redes sociales el siguiente Tweet: «Esta campaña electoral llamando al voto taurino está siendo pagada con dinero público (La Plaza de Las Ventas es propiedad de la Comunidad de Madrid y por tanto la Comunidad conoce el contenido) mientras nos distraen». Contenido falso, como suele ocurrir, ya que la plaza de toros de Las Ventas paga un canon de 2,8 millones de euros a la Comunidad de Madrid por poder explotar la actividad del coso. Por tanto, no existe ningún tipo de subvención pública en este aspecto.
La respuesta del equipo de prensa de Plaza 1 no se ha hecho esperar y contestaron al tweet del candidato morado con otro tweet que rápidamente se ha hecho viral: «¿Dinero público @hugomabarca? Como diputado debería saber que la empresa ingresa un canon anual a la Comunidad de 2,8 millones de euros. Y, además, invertimos en la publicidad de San Isidro, que congrega a casi 700mil espectadores, de todo signo político y llegados de todo el mundo». Un ZASCA es toda regla que deja de manifiesto el desconocimiento y la demagogia de algunas personas… La ignorancia, a veces, es muy atrevida.
El presidente del Partido Popular y candidato a la presidencia del gobierno, Pablo Casado, acudió en calidad de aficionado a la última corrida de la Feria de Fallas. Casado disfrutó de una tarde en la que torearon Finito de Córdoba, Román y Ginés Marín, que se midieron a un encierro del hierro de Fuente Ymbro.
El candidato popular se sentó en la barrera del tendido 3 del coso de la capital del Turia, mostrando así, su apoyo incondicional a la fiesta brava.
Una vez más la juventud vuelve a sumarse al carro de la tauromaquia, un nuevo grupo, esta vez de Valladolid, han decidido dar un paso adelante y formar un ciclo de conferencias taurinas en la universidad. En estos dos actos se desarrollará, además del impacto económico de la tauromaquia, un acercamiento desde la base a la tauromaquia para todos aquellos que no conozcan la fiesta de los toros. Remitimos la nota de prensa que han hecho llegar hasta esta casa:
«Tenemos el gusto de poder anunciar, las primeras conferencias taurinas que se celebrarán en la Universidad de Valladolid, en el Aula Magna de la Facultad de Comercio. (Plaza Campus Universitario, 1)
Estas jornadas se realizan con el afán de acercar el mundo de la tauromaquia a los estudiantes. Por eso, los invitados elegidos, tienen una relación directa con el mundo taurino y no superan los 30 años de edad, para poder empatizar más con los más jóvenes.
Se trata de dos jornadas, que van a estar reconocidas con créditos. Además de hablar del impacto económico de la tauromaquia, se explicará con mucho detalle en que consiste este mundo para que todo aquel que lo desconozca tenga una introducción y noción positiva.
Creemos importante la difusión de esta noticia, porque hemos tenido la negativa en varias ocasiones por tratarse de temas taurinos. Es necesario el apoyo tanto de los medios de comunicación como de los aficionados para así conseguir la normalización de la tauromaquia en las aulas de la universidad».
Miércoles 27 de febrero de 2019 a las 13:00
Invitados:
Ginés Marín Matador de toros
Nacho de la Viuda Empresario de Tauroemoción y Con mucho temple
Mario González Periodista de Grana y Oro, Castilla y León Televisión
Es un honor poder intervenir hoy en esta casa, representación del pueblo español y de sus territorios.
Comparezco en mi condición de ganadero.
En representación de una estirpe que ha seleccionado durante cientos de años un animal, el toro bravo, que además de ser la imagen más reconocida de España en cualquier punto del planeta, es uno de los tesoros genéticos de nuestro patrimonio.
Pero comparezco sobre todo como presidente de la Fundación del Toro de Lidia, una entidad de la sociedad civil que representa a todo el mundo del toro, tanto a los profesionales como a los millones de amantes de la cultura del toro en sus múltiples expresiones.
La del toro en la plaza, pero también la de los bous al carrer, los cortes y los recortes, la de los correbous, los encierros, el toro de cuerda, la sokamoturra o tantas otras.
El toro vertebra desde hace siglos nuestro territorio.
No es un azar gratuito por lo que el toro es nuestra incuestionable seña de identidad en el mundo entero.
Por tanto, ningún lugar mejor que este para hablar de tauromaquia, expresión cultural ancestral, que en cada uno de los territorios de España encuentra una manera propia de manifestarse.
Me gustaría que mi intervención hoy en la Comisión de Cultura del Senado arrojara alguna luz que pudiera ayudar a interpretar de una manera más clara algunos de los aspectos que están hoy en juego cuando hablamos de tauromaquia.
Y para poder hacerlo, lo primero es encuadrar adecuadamente el marco de discusión.
Abandonar por un momento el casi folclórico debate de «toros sí toros no», para profundizar un poco más en la esencia de las cosas.
Entendemos que el debate sobre los toros requiere separarlo en dos, si queremos realizar un análisis acertado del mismo, lejos de vulgares lugares comunes.
El primero se refiere a nuestra relación con los animales.
¿Cómo debe ser esa relación?
Nuestra cultura, nuestra civilización, se ha construido desde el dominio del ser humano sobre otros actores con los que compartimos planeta: objetos inanimados, plantas y animales.
El homo sapiens inicia su espectacular historia de éxito en el momento en el que comienza a dominar tanto las plantas como los animales.
La revolución neolítica nos ha hecho llegar hasta donde estamos.
Los modelos de pensamiento no han hecho otra cosa que recoger ese estado de cosas, ese dominio del hombre sobre la naturaleza, que podríamos resumir en aquella sentencia de Protágoras: «El Hombre es la medida de todas las cosas».
Dentro de este marco, que ha logrado que seamos lo que somos, el ser humano usa a los animales.
Y los usa para muchas cosas, no solo por una imperiosa necesidad alimenticia.
Los utiliza para comer, para su supervivencia; pero también en la alta gastronomía, refinamiento intelectual para nuestro deleite.
Utiliza también a los animales para su vestimenta, cuando usamos prendas de lana o de cuero. Prendas que cubren nuestras necesidades, pero también nuestros caprichos, en forma de exquisitos bolsos, cinturones, chaquetas o zapatos.
Y utilizamos los animales para nuestro ocio, para darnos un paseo a caballo, admirar un animal en un zoológico o como parte de nuestro milenario folclore.
Así, solo en España y sin considerar a los peces, se matan cada segundo aproximadamente 26 animales.
1.560 animales por minuto.
Si consideráramos los peces, que también son animales, seguramente podríamos triplicar estos datos.
Repito, Señorías, 26 animales por segundo.
Esta es, por tanto, la fría realidad.
Vuelvo a plantear el interrogante. ¿Podemos seguir utilizando a los animales?
Y ante esta pregunta debemos responder con un «sí» o con un «no».
Y la respuesta podría ser «no». Esto es, en esencia, lo que defiende el movimiento animalista.
El animalismo es una ideología que, con diferentes matices, impone que los hombres no tienen derecho a utilizar animales para ninguno de sus fines.
El animalismo, nos quiere poner en pie de igualdad a hombres y animales.
El animalismo, Señores Senadores, es un movimiento que tiene su origen en el mundo anglosajón.
Y es desde el mundo anglosajón, norteamericano más específicamente, desde donde principalmente se está promoviendo la agenda animalista a nivel mundial.
Son decenas las entidades animalistas que con presupuestos de millones de dólares al año están imponiendo de manera permanente esta agenda.
Es difícil que pase un solo día en el que no pueda verse en cualquier medio, alguna noticia relacionada con el avance del animalismo.
Tenemos pues un movimiento internacional organizado, con el único fin de imponer un nuevo orden moral en el mundo, de manera que este sea más plano culturalmente, más homogéneo, con menos matices.
Un mundo plano culturalmente, listo para que el vacío dejado por nuestras expresiones culturales sea colonizado, qué duda cabe, por nuevas costumbres, un pensamiento único en un mundo con consumidores homogéneos.
Y Señores Senadores, no se trata por desgracia de un futuro de ciencia ficción, muy lejano todavía para nosotros.
El animalismo está ya muy presente en nuestra vida pública.
Así, el partido PACMA, cercano ya a la representación parlamentaria, pretende de manera expresa imponer el credo animalista.
Pero también otros partidos más fuertes trabajan para imponer la doctrina animalista.
Permítame que les lea un fragmento de una propuesta de ley de bienestar animal presentada en 2018 en el Parlamento de Andalucía por un partido con representación parlamentaria:
«Cuestionar la muerte, el maltrato o la privación de libertad de los animales son avances consolidados en la conciencia de millones de personas en Andalucía, al mismo tiempo que avanzan otro tipo de cuestionamientos sobre su uso para eventos lúdicos, para experimentación, para vestimenta o incluso para alimentación».
Como ven, se trata de la ideología animalista expresada de manera ortodoxa.
El animalismo, tengámoslo claro, es en nuestra opinión una filosofía absolutamente incompatible con nuestra cultura, con el humanismo mediterráneo.
El animalismo supondría una hecatombe cultural, económica y ecológica.
Cultural, porque el animalismo sería el fin de centenares de expresiones culturales que nos definen como pueblo: la rapa das bestas, la romería del Rocío, el arrastre de piedras, la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre, los corre bous, la cetrería, la matanza del cerdo, los encierros en Pamplona o en Medina del Campo, la fiesta de la lamprea, del campanu, la caballada de Atienza, la fiesta del pulpo o tantas otras.
Económica, porque acabaría con las explotaciones ganaderas, por supuesto, pero también con el trabajo con cuero en Ubrique, los atuneros vascos, el jamón de Jabugo, de Teruel o de Guijuelo, las mantas de Ezcaray, los zapatos artesanales de Mallorca o los de Alicante, el queso en sus cientos de estilos, los embutidos salmantinos, la butifarra gerundense y leridana, el fin del marisqueo gallego o de la almadraba en Barbate y Zahara de los Atunes.
Y finalmente, también el animalismo supondría una debacle ecológica. El paisaje en España, uno de los más biodiversos de Europa, es un paisaje conformado en gran medida por la relación del hombre y los animales que utilizamos.
De esta manera, el animalismo pondría fin a la dehesa, joya ecológica mundial, pero también sería el fin de los prados cantábricos, de las dehesas boyales o del impagable cuidado que ovejas y cabras realizan en nuestros campos.
El animalismo es la aniquilación total y absoluta de nuestra cultura y también de nuestro mundo rural, con toda su cultura material e inmaterial, con ese acervo de maneras de hacer, de decir, de cantar, de bailar o de sentir.
Y el toro, como tótem y representación de la cultura más representativa de España, es la primera cabeza que se quieren cobrar.
Pero tengámoslo claro, Señorías, detrás de los toros irá todo lo demás. El animalismo no se va a detener en la prohibición de los toros.
Piensen por un momento en cómo va a afectar el animalismo a los diferentes territorios que representan.
Y decidan entonces si quieren seguir el juego antitaurino a esas fuerzas internacionales.
Entiendo que desde un despacho en Madrid pueda resultar fácil defender el animalismo.
Yo soy una persona orgullosamente de campo.
Y me gustaría decir a todos aquellos que defienden el animalismo, que vengan a la España rural y que nos digan, mirándonos a los ojos, que ya no podemos vivir de lo que vivimos.
Puede que alguno se le ocurra decir algo como «bueno, que se reinventen, que se dediquen a otra cosa».
¿A qué exactamente? ¿qué se supone que tenemos que hacer los millones de personas de la España rural? ¿todos desarrolladores de aplicaciones para móviles? ¿diseñadores gráficos? ¿innovadores en no sé qué cosa que esté de moda?
¿Pero en qué mundo vive esta gente?
A toda esa gente animalista les invito a salir de la ciudad, a pisar el campo de la realidad, a que nos digan a la cara que nos quieren destruir, que quieren acabar con toda nuestra realidad.
El animalismo no es cuidar gatos y perros, el animalismo quiere aniquilar la España rural, así de simple, así de claro, así de rotundo.
Y cualquier partido que apoye estas opciones ideológicas, será corresponsable de ese intento de destrucción.
En todo caso, la realidad en el mundo y desde luego en España, nos dice que a la pregunta de si podemos utilizar los animales, hoy por hoy solo podemos responder con un «sí».
Y si podemos usar los animales, ¿por qué hay gente que pide que se prohíban los toros?
Es que es un espectáculo cruel, suele ser la respuesta a esta pregunta.
Pero yo pregunto, ¿en serio la tauromaquia se puede considerar más dura que la vida que lleva la inmensa mayoría de los animales en explotaciones industriales?
¿O lo relevante es el hecho de que la crudeza en la tauromaquia sea pública? ¿El problema es verlo?
Este es un tema tremendamente interesante, Senadoras y Senadores.
¿Qué clase de sociedad queremos? ¿Queremos una sociedad donde una parte se arrogue la potestad de decir qué puede ser visto y qué es lo que no puede ser visto?
¿Una casta inquisitorial y censora que decida qué es moral y qué es inmoral? ¿qué es cultura y qué no es cultura?
¿Velará esa casta por que solo se pueda exponer un tipo de obras de arte? ¿Habrá arte moral y arte inmoral prohibido? ¿decidirán cómo debemos vestirnos para ir decentes? ¿decidirán el largo de las faldas? ¿decidirán dónde y con quién podemos besarnos?
Señorías, son ustedes garantes de que nadie se atreva a hacer de España un país menos libre, no pueden consentir que alguien se arrogue el derecho a decir qué es cultura o qué no es cultura.
Aunque puedo casi escuchar alguna protesta diciendo «no, no es lo mismo, aquí hay un animal involucrado».
Sí, hay un animal involucrado, es cierto. Ya hemos dicho que el hombre usa a los animales para su provecho, para sus fines.
La UNESCO solo pone una línea roja para que una expresión cultural sea admisible, la de los derechos humanos y libertades fundamentales.
Y la tauromaquia, obviamente, no trasgrede esa línea roja.
Tenemos los seres humanos, desde luego, una serie de deberes éticos con los animales, faltaría más. Y esos deberes los tenemos muy presentes en el mundo de la tauromaquia, que a nadie le quepa la menor duda.
Tenemos presentes esos deberes desde que son cuidados en nuestras dehesas durante años, hasta que mueren en la plaza, en el marco de un rito centenario, rodeado de respeto y admiración.
Solo desde el desconocimiento más absoluto o desde la mentira maliciosa, se puede decir que la gente acude a una plaza de toros para disfrutar del sufrimiento.
Si la gente disfrutara con el sufrimiento, tengan por seguro que hace mucho tiempo que habría gradas en los mataderos.
Y habrá mucha gente que no lo entienda, que lo vea innecesario.
Pero los toros, les aseguro, no son una simple afición para muchas personas. Son una parte consustancial de la propia esencia de muchos de nosotros.
Savater dice que el hombre necesita del arte, de los ritos, para crear mecanismos contra la muerte, bálsamos contra la evidencia de nuestro destino. Quizá sea esta una explicación al misterio del toro.
La corrida y las demás expresiones de la tauromaquia sostienen una visión integral de la vida.
En una sociedad en la que la muerte se obvia y en ocasiones se oculta deliberadamente junto con la vejez, la enfermedad o el dolor, la fiesta de los toros enfrenta la muerte desde todos los planos.
Este recordatorio de la muerte permite que el que participa en la fiesta de alguna manera se sienta más pegado a la vida.
Esa invitación a vivir con más intensidad se irradia más allá de la plaza y de la calle donde se juegan los toros. La consciencia de la muerte permite que se pueda vivir la vida más plenamente.
Los toros se hacen universales porque transmiten la necesidad de aceptar la vida en todas sus dimensiones y vivirla en una mayor plenitud.
Los toros no son un espectáculo de muerte, sino de exaltación de lo que somos: confrontamos la muerte para sentirnos vivos.
Esta es la realidad para millones de personas en todo el mundo. No pedimos que todos la compartan. Pero sí exigimos que todo el mundo la respete.
Y comprendo que sigue flotando una pregunta que no acaba de tener respuesta: ¿es necesaria la tauromaquia?
Pues, no estoy muy seguro…
¿Es necesaria la danza?
¿Es necesario el teatro?
¿Son necesarias las diferentes expresiones culturales?
¿Podríamos haber avanzado como especie sin la pintura cubista o sin la música rock? ¿Son necesarios Goya, Falla o García Lorca?
Quizá podríamos haber existido sin alguna de estas cosas. Seguramente.
Pero indudablemente el mundo sería un lugar mucho más pobre.
Como sería más pobre el mundo si no existiera la tauromaquia.
Y precisamente, para preservar la riqueza cultural del mundo, la UNESCO aprobó en 2005 su Convención sobre la protección y la promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, aprobada para prevenir de los posibles censores de cualquier expresión cultural.
Porque cualquier expresión cultural es patrimonio de todos, hace que el mundo sea más rico. Lo contrario de lo que pretenden algunos.
Y aprobó la UNESCO esta Convención apenas unos años después de la destrucción de los Budas de Bamiyán, en Afganistán, por parte del régimen islámico talibán.
Los bombardearon porque alguien decidió que aquellas estatuas milenarias eran contrarias a la moral.
Reflexionen sobre esto, Senadoras y Senadores: destruyeron un patrimonio cultural de todos, por la única razón de que a algunos les pareció inmoral.
Esto, ni más ni menos, es lo que algunos están pretendiendo con la tauromaquia.
Finalizo ya, Señorías.
La cultura del toro nació en las orillas del Mediterráneo El toro como animal totémico, es un mito necesario en nuestra manera de entender el mundo.
No es casualidad que sea precisamente un toro el animal sobre el que se sostienen los mitos fundacionales de la propia Europa.
Es sin embargo el genio ibero el que encuentra significados más profundos sobre la vida y la muerte en su relación con ese toro universal.
Y es así cuando, en tiempos en que nuestro Siglo de Oro se encuentra en su plenitud ensanchando los límites de la cultura de la humanidad, se alumbra la tauromaquia moderna como una de nuestras expresiones culturales más características.
La cultura ni se crea ni se destruye por decreto, sino que es el producto del tiempo, de la creación de unos y de la asunción por un pueblo de esas creaciones.
Así surge y se desarrolla la tauromaquia.
También de esta manera, desde los orígenes iberos, la tauromaquia se adopta en otros lugares, pueblos con una pulsión vital similar, una manera parecida de encarar la vida y la muerte, de celebrar y exaltar de forma radicalmente vital la existencia.
La tauromaquia, Señorías, es el regalo cultural de España a la humanidad.
Francia, Portugal, México, Ecuador, Venezuela, Colombia, Perú y España, somos hoy guardianes de un exquisito patrimonio de todos, y somos todos responsables de su cuidado y de su traslación de generación en generación.
Señorías, sean dignos representantes de su pueblo y luchen por la tauromaquia, con orgullo, como patrimonio cultural común de la humanidad.
Muchas gracias»
Imagen: Bartolomé Bernal, cedidas por Burladero.Tv
El Tribunal Constitucional ha tumbado la Ley de los Toros de la Balear anulando los principales artículos de la ley. La citada ley balear iba totalmente en contra de la fiesta de los toros, negando la muerte de los toros, la ejecución del tercio de banderillas y la presencia de caballos en el mismo. De este modo, quedan anulados cinco artículos y otros cuantos más de modo parcial. Esto quiere decir que las corridas de toros quedan establecidas como se conocen hasta ahora, con la integridad de los tres tercios; además de anular la prohibición que obligaba a que los astados tuviesen entre cuatro y seis años, la necesidad de contar con una báscula en los corrales, la obligatoriedad de que las reses lleguen con más de 48 h a la plaza o los controles de dopping a los toreros.
La ley salió a delante con los apoyos de PSIB, Més y Podemos tratando de evitar el azote del Tribunal Constitucional al prohibir las corridas de toros como sucedió en Cataluña. A pesar de todo ello, el TC vuelve a fallar en favor de la libertad y del patrimonio inmaterial y la tauromaquia.
La Empresa Pagés y la Real Maestranza de Caballería de Sevilla han entregado este mediodía a la Hermandad de la Macarena los beneficios del Festival celebrado el pasado 12 de octubre en Sevilla. La Macarena recibirá 200.354 euros que invertirá en sus obras asistenciales, lo que supone un importante impulso para sus actividades de ayuda a los más necesitados.
En la entrega intervinieron el Teniente de Hermano Mayor de la Maestranza, Santiago León, y el empresario de la plaza, Ramón Valencia, además del Hermano Mayor de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero. Los tres se dirigieron a los medios para valorar de forma muy positiva los resultados de este festejo. Santiago León aseguró que «el resultado no puede ser mejor», mientras que Ramón Valencia -que tuvo palabras de agradecimiento para toreros y ganaderos participantes- explicó que «en ningún otro festival taurino se habían producido estos resultados económicos».
Por su parte, el Hermano Mayor de la Macarena agradeció la colaboración de Maestranza y Empresa Pagés y dejó claro que estos beneficios suponen «el hito más importante en la asistencia de la Hermandad, ya que se trata del 50 por ciento del presupuesto que la Hermandad dedica a ella».
El festival se celebró el pasado 12 de octubre con un cartel integrado por Pepe Luis Vázquez, Rivera Ordóñez ‘Paquirri’, Eduardo Dávila Miura, Morante de la Puebla, Manzanares, Roca Rey y Manolo Vázquez. Se lidiaron astados de Núñez del Cuvillo, Jandilla, Daniel Ruiz, Miura, Garcigrande, Luis Algarra Polera y Juan Pedro Domecq.