Zabala de la Serna, en El Mundo, ha cuajado una de las entrevistas más interesantes de los últimos años. Una pieza en la que aborda, junto a Morante de la Puebla, numerosos temas de actualidad y como no, su histórico paso por La Maestranza.Â
Dentro del conjunto magistral, se está hablando mucho del indulto en Sevilla y de la respuesta de Morante de la Puebla sobre este aspecto:
– Zabala de la Serna: ¿Se le pasó por la cabeza en algún momento la posibilidad del indulto?
– Morante de la Puebla: Escuché un poco al público. Sinceramente nunca he indultado un toro; a lo mejor nunca me ha salido un toro de indulto. En el del otro dÃa, sà lo hubiese provocado, podrÃa haber pasado. No me gusta, sin embargo, caer en lo fácil. Definitivamente, no me gustan los indultos.
Unas palabras que vienen a poner cordura ante la indultitis imperante en la tauromaquia moderna. Pocos son, en criterio de muchos aficionados, los toros que han merecido el indulto y muchos los que no.
Morante, en las posteriores lÃneas reconoce el indulto como un accidente, nunca como un suceso. Esto quiere decir, que el accidente es encontrar un toro merecedor de ser perdonado y por tanto, de ganarse el derecho a vivir y padrear hasta el fin de sus dÃas en la ganaderÃa.Â
Otro de los temas que el cigarrero deja entrever en sus palabras, es reconocer el indulto como un premio para el torero. Afirma que, sà lo hubiese forzado, lo hubiese conseguido, lo cuál premia al matador de toros en primera instancia y, después, al animal.
Morante ha demostrado a lo largo de estas últimas temporadas que es un torero de época, para la historia. Un hecho que demuestra, además, con las palabras reconociendo sin pelos en la lengua las principales carencias de la tauromaquia en los tiempos actuales.