La imposición moral de ciertos sectores sociales y polÃticos sobre todo aquello que no es de su agrado sigue avanzando sin control. Las campañas de difamaciones, calumnias y odio en las redes sociales se mantienen al alza; siendo la tauromaquia una de las más afectadas.
El último caso grave de este tipo de acciones sociales impunes y totalmente detestables, ha sido contra el matador Enrique Chapurra. El espada resultó cogido muy grande en Tafalla por un toro de Reta de Casta Navarra, manteniéndose aún ingresado en el Hospital, previo paso por la UCI.
Pues bien, al titular de un medio de tirada nacional con la imagen del percance, se ha sumado un sin fin de miles y miles de comentarios vejatorios, ofensivos, denigrantes y de cualquier modo, totalmente repulsivos e indecentes. Este sector social no asume ni entiende los valores y la forma de vivir de la tauromaquia y frente a ello, quieren imponer un principio de superioridad basado en el odio y en la discriminación.
Por supuesto, como tantas y tantas veces, ests delitos de odio, pasarán impunes ante la inacción de tantas y tantas personas y organismos que supuestamente velan por el bien común… que debe ser el suyo propio y no el del conjunto de la ciudadanÃa.