El banderillero Jesús Fernández resultó cogido por el cuarto de la tarde de El Pilar, en la apertura del San Isidro de Vistalegre. El torero de plata dejaba los palos cuando, a la salida del par, fue derribado quedando en la misma cara del toro sobre el albero. El animal hizo por él, propinándole una fuerte paliza de la que se libró milagrosamente de la cornada.Â
Fernández pudo levantarse por su propio pie y continuar a las órdenes de Alberto López Simón, quién ya habÃa sido cogido en el primer toro de su lote y volverÃa a ser volteado en el segundo. El banderillero no requirió pasar por la enfermerÃa.Â
Una noticia que pasó totalmente desapercibida por la prensa especializada, que se esmeró con Alberto López Simón o el susto de Ãlvaro Lorenzo, pero que se olvidó de otro de los profesionales del festejo.