La entrega, el carisma y el amor propio de los profesionales taurinos es encomiable. Muchas son los ejemplos que se podrÃan poner y a los que ahora, hay que sumar una nueva muestra de vergüenza torera.
Se trata de la hazaña que protagonizó Adrián Brand en Mexticacán. El joven diestro fue alcanzado al tratar de la zona de tablas al astado, cayendo sobre el brazo. Rápidamente acudió hasta el burladero consciente de que llevaba una grave lesión. Sin embargo, a pesar de ello, volvió a coger la muleta y dio lidia y muerte al animal.
Una oreja de mucho mérito fue el balance de su actuación. El paso por los servicios sanitarios confirmaron la gravedad de la lesión. Fractura en el antebrazo izquierdo, además de una fuerte tendinitis y un desgarro parcial del trÃceps.