Ernest Urtasun ha hablado por primera vez sobre la tauromaquia desde que se hiciese cargo del ministerio de Cultura en España. El nuevo ministro, bien conocido por su marcado acento anti taurino, ha pronunciado un discurso que requiere de análisis durante la entrevista concedida a La Vanguardia.
En ella ha asegurado que bajo su dirección, habrá diálogo y consenso entre las partes. Unas palabras bonitas, pero al mismo tiempo peligrosas… ya que es difícil entender que diálogo necesitan las partes, cuando la tauromaquia en sí misma, no consta de partes.
Más aún se vuelven peligrosas cuando al comienzo de su intervención, hace alusión a la tauromaquia como tortura animal. Su postura es clara y bien conocida, pero no debe olvidar que como ministro de Cultura, también están bajo su amparo los millones de españoles que acuden cada año a las distintas ferias taurinas y espectáculos taurinos que se desarrollan en nuestro país.
La legislatura que acaba de arrancar se prevé complicada, en cuanto a viabilidad del espectáculo. Parece difícil que la tauromaquia llegue a desaparecer del panorama nacional, muy difícil, pero las trabas burocráticas y administrativas sí pueden poner en jaque a algunos de los diferentes estamentos y formas que componen la tauromaquia… veremos.
