El sexto de salió manseando descaradamente. Después de un contundente castigo en el caballo, fue bien banderilleado por Javier Ambel, que saludó montera en mano. Román brindó al público e intentó atemperar la brusquedad de su enemigo con serenidad y aplomo. Estuvo serio y capaz con un novillo exigente y áspero al que sacó todo el partido posible. Al entrar a matar resultó cogido de forma espeluznante quedando inconsciente en el ruedo y teniendo que ser conducido a la enfermerÃa.
Desde la enfermerÃa sevillana se emitió el siguiente parte médico:
«Politraumatismo por cogida de toro sin que se observen heridas ni lesiones externas salvo varetazo en muslo derecho. No signos de lesiones internas. Constantes normales. Exploración neurológica sin hallazgos. Glasgo 15/15. Juicio clÃnico: conmoción cerebral. Se traslada a hospital para observación y pruebas complementarias. Pronóstico: reservado.»