La liberalización de precios en la plaza de toros de Las Ventas no está funcionando de la manera que esperaba el aficionado. El incremento lógico en los carteles de postín se ha traducido en una subida en la norma general de los billetes para la temporada madrileña.
Los precios de San Isidro dejan entrever una falta de afluencia a los carteles que no se centran en las grandes figuras del escalafón. Unas combinaciones más del gusto de los aficionado que del público general y que, sin embargo, ven como los precios les ha subido en un importante porcentaje.
El incremento de abonados y la idea de la empresa de favorecer a estos mismos, puede repercutir en la llegada de aficionados desde otros puntos de la geografía nacional. Aquellos que se desplazaban algunas tardes desde fuera de la Comunidad de Madrid, verán cómo su aventura se pone en un pico entre viaje, hostelería y las entradas.
Habrá que esperar al término de San Isidro para valorar de buena fe la repercusión de los nuevos precios sobre el aspecto de la plaza; lo que está claro es que los aficionados se han `puesto en pie de guerra frente a la liberalización de precios.
