Cuando apenas restan dos jornadas para la presentación de la cartelería de San Isidro de manera oficial; y con todos los carteles adelantados en diversos medios, sorprende la ausencia de un torero: Manuel Escribano.
El torero de Gerena ha visto como el tren de la feria de San Isidro ha pasado por delante de su estación, aminorando su marcha en primera instancia y acelerando más tarde, evitando parar y recogerle. Esto quiere decir que el torero estaba en los primeros avances de cartelería y que, a la hora de la verdad, la empresa no ha llegado a descolgar el teléfono y hacer efectiva su contratación.
Escribano, torero asiduo a la primera plaza del mundo, ha visto como de la noche a la mañana su nombre se ha diluido de la feria de San Isidro 2023, perdiendo un puesto ganado por ley en la arena venteña. Su ausencia ha sido la crónica de una muerte no anunciada, en la que sin contacto e intercambio de cromos, el sistema ha hecho acto de presencia penalizando injustamente a un torero tan querido en Madrid.
Su exilio forzoso de Madrid esta temporada puede tener varios ingredientes claves para este cóctel de abandono: La reducción de festejos, los dobletes y tripletes de las figuras, la reducción de cierto tipo de ganaderías o las tarifas impuestas entre empresarios-apoderados… Sea de la manera que sea, el teléfono no sonó y, como suele suceder en estos casos, hay un afectado claro: El aficionado.
La temporada de Manuel Escribano, en lo que respecta a 2022, ha sido un año intenso en lo artístico y en lo personal. Veinticinco festejos, con un total de 36 orejas, con siete actuaciones en cosos de primera categoría con un saldo de 4 orejas. Un año importante, en el que quizás los premios no hagan justicia al desarrollo del curso, dónde ofreció un salto profesional y en dónde destacó la encerrona con Miuras en Sevilla.
El torero ha reconocido la ilusión que tenía por regresar un año más a Madrid, a pesar de la exigencia de un coso que le ha reconocido como matador: «Quiero torear en Madrid, siendo una plaza muy exigente y dura de conquistar, en los últimos años he sentido más que nunca el respeto y reconocimiento de su afición» añadiendo: «La empresa de Madrid son Simón Casas y Rafael Garrido, ellos elaboran los carteles, imagino que saben que deben ofrecerle a su afición; y en esta ocasión no han querido que Escribano esté en ellos. Ellos sabrán porqué«.
1 comentario
El comentario es sencillo, después de 56 años abonado en las ventas me daré de baja de forma definitiva,salud.