Inicio Actualidad Álvaro Alarcón: «Quiero que cuando alguien vea una foto mía diga, ese es Álvaro Alarcón»

Álvaro Alarcón: «Quiero que cuando alguien vea una foto mía diga, ese es Álvaro Alarcón»

escrito por Noelia Crespo 05/12/2022
Por: Noelia Crespo

Procedente de Torrijos (Toledo) y formado profesionalmente en la Escuela Taurina de Toledo, hablamos esta semana con Álvaro Alarcón, uno de los nombres de la temporada. Abrió la puerta grande de Madrid, salió como novillero triunfador y ha podido torear en plazas de mucha importancia donde ha ilusionado a los aficionados.

Habla como torea, con ambición, sinceridad y mucha verdad sobre su temporada y lo que espera de las siguientes.

[P] Buenas tardes Álvaro, en primer lugar, darte las gracias por concedernos este tiempo. Con la temporada ya finalizada, ¿cómo afrontas el invierno?

[R] De cara a la temporada que viene estoy muy ilusionado. Esta temporada gracias a Dios he podido pisar plazas con mucha importancia tanto de primera como de segunda categoría y la verdad que me ha servido mucho para madurar. De cara a este invierno espero poder seguir creciendo aun más como torero y que así el año que viene todos los aficionados puedan ver una evolución en el toreo de Álvaro Alarcón.

[P] Hablando de la temporada en general, has toreado 20 novilladas, de las cuales 8 han sido en plazas de primera y donde has cortado 8 orejas. Esto es realmente muy difícil. ¿Qué balance haces?

[R] Yo creo que el balance en general es bastante positivo porque haber podido cortado esas orejas en plazas de primera tiene mucha importancia. Estoy contento, pero no satisfecho, porque creo que queda mucho por trabajar y corregir para poder crecer como torero, y para eso quiero madurar más durante este invierno y si Dios quiere poder pisar las plazas de relevancia el año que viene y también como matador de toros.

[P] En tus palabras se te nota que eres ambicioso e inconformista, eso es una gran virtud para llegar a lo más alto.

[R] Sí, así es. Además, el haber podido cortar todas esas orejas es un plus de ilusión ya que cuando las cortas en una plaza de primera, todo hay que decirlo, no es lo mismo que cortarlas en otro sitio, ya que al final esas orejas te dan otra ilusión y motivación extra de cara a los próximos festejos.

[P] Desde 2007 un novillero no salía por la puerta grande de Madrid en plena feria de San Isidro. Han tenido que pasar 15 años para que fuese Álvaro Alarcón quién abriera la puerta del triunfo. Ahí la importancia de esta tarde.

[R] Ese dato lo desconocía y me enteré ese mismo día del triunfo, y aunque es verdad que es algo que a uno le llena, uno siempre tiene que aspirar a más. En el momento que cumplí ese sueño de atravesar esa puerta grande tan deseada por todos, lo disfruté, lo paladeé durante unas semanas, pero también te digo que uno siempre quiere más e inmediatamente, como me supo a poco esa salida, en mi cabeza ya estaba la idea de volver a conseguirlo porque creo que siempre hay que ser ambicioso y espero no salir solo esa vez a hombros de Madrid. 

[P] Las Ventas tiene que imponer mucho. Cuando ves que se te está entregando tanto, ¿cómo se siente el “óle” de Madrid?

[R] Sin duda que impone, pero es único y en el momento que escuchas ese “olé” no te cambias por nada ni por nadie. Creo que, aunque está claro que salir a hombros es una gozada y es como tocar el cielo, lo es aun más escuchar vibrar al publico de Madrid. Esos “olés” suenan como si a uno le llegaran al alma, son como una adicción. Yo los he escuchado poco, he tenido la oportunidad de escucharlos muy brevemente, pero es toda una motivación para entrenar día a día, para querer torear más despacio, para que esa gente se emocione más, y eso es una de las cosas más bonitas que tiene el toreo.

[P] Aunque todas las plazas tienen importancia, ¿cómo vive Álvaro Alarcón esos días de máxima expectación en plazas de primera?

[R] Así es, yo me he dado cuenta de que todas las plazas tienen su importancia. Es cierto que al final como toreros que somos pisamos las plazas de primera con un plus de mayor motivación y exigencia, pero hay que ir tanto a las plazas de primera como a las de segunda o tercera categoría con la misma entrega que a las demás porque hay que ser ante todo torero y tenemos que dignificar nuestra profesión en todos los sitios.

Por otro lado, es verdad que las plazas de mayor relevancia uno las afronta con ese extra de exigencia y seriedad que da el novillo de plaza de primera, aunque también te digo que luego depende de cada plaza porque en cada una hay una forma de ver el toreo. No es lo mismo, por ejemplo, Madrid que Dax, cada una tiene una forma diferente de percibir el toreo que a mi me parece muy interesante porque eso genera la riqueza de la tauromaquia. De esto es algo de lo que me he podido dar cuenta este año al torear en diferentes plazas y es algo que a mí personalmente me ha enriquecido mucho.

[P] En relación a la presión, ¿cómo se gestiona cuando uno empieza a generar tanta expectación entre el aficionado?

[R] Es parecido, a mí esa presión me genera una ilusión tremenda porque eso es a lo que aspiramos los chavales cuando empezamos a querer ser toreros. Yo espero poder seguir ilusionando a la gente porque al final son los que van a pagar por ir a vernos. Es algo fundamental, el poder ilusionar al aficionado, generar interés en él, que se desplace a los sitios por ir a verte… a mí es de las cosas que más me gustan, que venga un aficionado de cualquier parte y te reconozca lo que has hecho en la plaza es de las cosas más bonitas que tiene esta profesión.

[P] Llegaste a Madrid habiendo pisado solo Valencia como plaza de primera, y, al final, triunfador de la feria de San Isidro, y de ahí a las principales ferias como Pamplona, Albacete, El Puerto, Zaragoza etc. ¿Cómo puede cambiar todo en tan solo una tarde?

[R] Sinceramente puedo decir que Madrid me lo dio todo. Yo lo digo siempre, mis dos cartuchos en la temporada eran Valencia y Madrid. En Valencia conseguí un respiro muy fuerte porque, aunque solo pude cortar una oreja y di una vuelta al ruedo, a mí personalmente me dio la confianza necesaria en mi debut en plaza de primera y eso para Madrid me sirvió muchísimo.

Luego después de Madrid sí que puedo decir que fue el pasaporte para entrar en todas las ferias en las que he podido torear. Sin Madrid hubiese sido muy complicado, y es por ello que se lo debo todo a esa tarde allí.

[P] De todas esas plazas de máxima categoría que pisaste y exceptuando Madrid, ¿con cuál te quedarías?

[R] Pues te diría que con todas, pero es verdad que hubo algunas plazas en las que, sobre todo, sentí que tenían una forma especial de ver el toreo. De todas ellas puedo destacar la tarde de El Puerto, allí percibí que la gente tenía mucha sensibilidad con todo lo que se hacía en el ruedo y se les notaba que estaban como esperando a que pasara algo bueno para poder cantarlo, ya fuera un silencio, un muletazo… Pero bueno es verdad que tampoco me puedo dejar alguna de mis tardes en Francia que también me ha sorprendido mucho por como es el aficionado francés, su respeto y como valoran todo desde un buen espadazo hasta un buen puyazo y que es algo que luego te valoran mucho a lo largo de toda la lidia y te lo tienen en cuenta para luego premiarlo. Al final quedarme con alguna en particular seria una falta de respeto porque todas las tardes que he disfrutado han tenido su encanto sobre todo por la plaza y su gente. 

[P] Tras esa puerta grande, regresaste a Madrid en otoño en un mano a mano con Víctor Hernández. Imagino que con toda la ilusión que irías, ¿cómo se gestiona todo en el momento de la cornada?

[R] Como bien dices, yo iba a Madrid esa tarde con las pretensiones altísimas ya que mi objetivo principal era abrir la puerta grande de Madrid otra vez. Tuve la mala suerte de que mi primer novillo me hiere, pero la verdad que es algo que tampoco me afectó, al final nosotros somos toreros y sabemos a lo que nos exponemos, es algo que puede pasar y que también es un orgullo. Además, yo también me mentalice para ello y por eso salí a matar mis otros dos novillos y es por ello que salí con toda la fe del mundo porque sabía que me quedaban dos animales, que no me los podía dejar ahí dentro y que fuese como fuese tenia que salir.

También te digo, aun en la enfermería, en mi mente estaba todavía la idea de abrir la puerta grande, aunque desgraciadamente el primero se apagó muy pronto y el otro no tuvo nada de fuerza. De esa tarde, sobre todo, me quedo con el reconocimiento de la gente y esa ovación que me dieron cuando salí de la enfermería ya que es otro de los recuerdos bonitos que me llevo esta temporada.

[P] Dices que aun en la enfermería pensabas en abrir la puerta grande.

[R] Así es, de hecho, D. Máximo García Padrós me preguntó que si iba a torear al día siguiente en Arnedo y yo le dije que no sabía porque no sabía lo que iba a pasar ahí mismo, porque al igual que sales cuando empieza el festejo, cuando uno sale de la enfermería dispuesto a matar los demás animales debe hacerlo consciente de todas las consecuencias que puede uno tener. Hay que salir, a pesar de todo, dispuesto a dar el máximo que uno tenga dentro, y por eso esta profesión es tan bonita, autentica y tiene tanta verdad.

[P] Fue en otoño cuando decidiste regresar a Madrid tras el triunfo de San Isidro, aunque muchos aficionados esperaban quizás tu inclusión en las novilladas de verano. ¿Qué sucedió?

[R] A mí solo me lo comentaron, aunque sí es verdad que yo soy torero y estoy para torear y más en Madrid. A mi siempre que me llamen para torear en una plaza de esa importancia estoy dispuesto a torear porque que te voy a decir, Madrid para mi lo significa todo por todo lo que ha pasado, ya lo significaba antes de mi puerta grande porque era una plaza que me motivaba y me motiva mucho, pues ahora imagínate ahora, aún más.

Es verdad que me ofrecieron torear en las novilladas de verano, pero yo desgraciadamente no tomó esas decisiones.

[P] Debutaste con picadores en septiembre de 2019 en tu tierra y llegó la pandemia. ¿Pensaste que podrías llegar hasta donde has llegado?

[R] Me ha cambiado la vida por completo. Cuando debuté con caballos en septiembre pude torear esa novillada y luego desgraciadamente llegó la pandemia y se paró todo, aunque no me puedo quejar porque aun así en ese año pude torear esa novillada que seguramente muchos de mis compañeros no pudieron vestirse de luces. Aunque toreé poco, seguía teniendo la esperanza de poder abrirme camino y gracias a Dios salió lo del Circuito de Madrid que a mí me dio mucho. También durante ese tiempo hubo personas que fueron fundamentales y me ayudaron mucho, me pusieron en el camino dándome oportunidades y ya el Circuito de Madrid me dio un trampolín para poder torear novilladas por la sierra de Madrid. Ese año toreé 10 novilladas, casi todas en la sierra madrileña y eso me dio lo que necesitamos los novilleros que es torear. Y bueno, es verdad que luego no me imaginaba que al año siguiente me vería anunciado en todas las plazas que he estado, pero al final todo llega con trabajo, ilusión y constancia.

[P] Tras ese año de pandemia, ¿crees que ahora la gente va más predispuesta a emocionarse a los toros?

[R] Eso es algo que yo también he percibido e incluso he hablado con varias personas que a raíz de la pandemia parece que el aficionado está más sensible y con más ganas de ir a los toros. Es algo que me parece fenomenal por una parte, pero también creo que es algo que depende de muchos factores y de la plaza que estés, pero en general si considero que quizás la gente esté más sensible en ese aspecto, se emocione más e incluso le gusta un corte de toreo más especial y de pellizco.

Al final, desde mi punto de vista ya no solo como profesional, sino como aficionado, a una plaza de toros uno va a emocionarse por lo que se vive en el ruedo entre el torero y el toro.

[P] Tienes un concepto que gusta a muchos aficionados porque entre todas las virtudes que tienes destaca el que no te pareces a nadie y eres diferente. Eso es un buen síntoma. ¿Tú como lo definirías?

[R] Me alegra mucho que seas tú quién me diga esa misma definición porque así es como yo lo veo y como lo intento hacer, siempre intento ser diferente. Creo que es una cosa muy difícil y fácil a la vez, pero que también está muy demandada ya que al final la gente lo que busca ver es a alguien diferente. Yo soy un obseso de la pureza, de la verdad, de hacer las cosas bien y sobre todo del clasicismo, creo que lo clásico nunca pasa de moda y le gusta a todo el mundo.

Yo lo que quiero es que algún día cuando alguien vea una foto mía en un rincón me reconozca rápido, como en las fotos antiguas, y digan ese es Álvaro Alarcón. Conseguir a uno se le reconozca por quien era es muy difícil, pero es muy satisfactorio porque en esta profesión pienso que lo más difícil es ser eterno y marcar una época como lo hizo J.M. Manzanares padre, y que con los años se siga recordando la faena que hizo a un toro en Antequera, por ejemplo. Conseguir que con los años eso perdure es extremadamente difícil, pero es lo que, a mí, personalmente me gustaría conseguir, que quede en la retina de la gente y que cuando pasen los años la gente se acuerde.

[P] Hace poco se conocía la noticia de la ruptura con tu apoderado Nemesio Matías. Tras una temporada tan positiva, ¿qué os ha llevado a tomar esa decisión? ¿Ha sonado ya el teléfono?

[R] Si bueno, el teléfono suena, pero estoy de momento tranquilo. A Nemesio le estoy muy agradecido porque confió en mí en su momento y que me haya ayudado en esta etapa de mi vida hace que solo pueda tener palabras de agradecimiento hacia su persona. 

[P] Para finalizar, ¿el objetivo para el 2023 será tomar la alternativa?

[R] Pues sí, sueño con la alternativa, y cada vez creo que puede estar más cerca y bueno irá llegando cuando tenga que llegar. Lo que sí quiero o lo que tengo previsto para esta temporada y si Dios quiere todas las que vengan más adelante, es no tocar techo, eso es algo que me da mucho miedo y que no quiero que llegue nunca, siempre quiero crecer y seguir aprendiendo todos los días de esta bonita profesión.

[P] Muchas gracias Álvaro y mucha suerte.

[R] Muchas gracias a ti, Noelia.

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