El regreso de los toros al Batán ha sido acogido por los aficionado como un auténtico éxito. Sin embargo, para algunos ganaderos, el traslado y la exposición de las reses en los corrales de la Casa de Campo, supone un peligro para la integridad del animal, así como para su seguridad.
En este aspecto, el presidente de la Real Unión de Criados de Toros de Lidia, Antonio Bañuelos, afirmó en los micrófonos de El Clarín de RNE que esta medida debe ser igualitaria para todo el sector: “No hay unanimidad porque no todo es bueno, ni malo. En lo que sí hay consenso es en que sea para todos igual. Sí un ganadero decide no ir, no va y otro que no dice nada, tiene que ir” continuó: “Tienen que ir o todos o ninguna, pero en igualdad de condiciones porque el riesgo existe”.
Unas palabras que ponen de manifiesto los rumores que se generaron dentro de los criadores de bravo tras el anuncio de la reapertura del Batán. Mientras unos se mostraban a favor, otros expresaban sus dudas y reservas sobre el asunto. Aunque de manera unánime, se expresó en su momento la necesidad de saber cómo se dividirían las ganaderías que debían exponer sus reses y las que no.
Rafael Garrido, protagonista de la jornada del domingo en El Clarín, fue preguntado al respecto. Lo primero que afirmó el empresario es su deseo de que todos los hierros quisiesen ir: “A mí lo que me gustaría es que todos quisieran ir”, antes de añadir que se está trabajando para que los ganaderos no tengan dudas sobre la seguridad de los animales: “Tendremos que poner todos los medios para que esas corridas que van al Batán, tengan toda la seguridad posible y no haya riesgos”.
Garrido también quiso destacar la importancia de recuperar un enclave tan importante para la tauromaquia como la Venta de El Batán: “Creo que llevar los toros a la Venta del Batán es una cosa buena”.
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