El triunfo de Marco Pérez en La Maestranza y el triunfal año del jovencÃsimo novillero ha despertado a algunas de las voces más casposas de la tauromaquia. En las redes sociales se han alzado comentarios desprestigiando a un niño de tan sólo 15 años.
Las comparaciones son odiosas, pero ya se ha empezado a comparar a Marco con matadores del escalafón, con la trayectoria de unos y de otros… por favor, seamos cuerdos. Es un niño. Posiblemente el niño más feliz sobre la faz de la tierra al haber cortado dos orejas y un rabo en Sevilla y haber abierto la Puerta del PrÃncipe. No le quitemos su sueño antes de tiempo.
Lo mismo pasa por quiénes le han otorgado el peso de la tauromaquia y le han posicionado como el salvador de la fiesta. Ojalá sea asà y estemos hablando de un jovencÃsimo chico que se convierta en figura de época, pero tiempo al tiempo.
Estamos en ese momento en el que debemos disfrutar de él, emocionarnos con su toreo, con la manera en que se está manejando su prometedora carrera… ya llegaré el tiempo de exigirle y la época en la que el toro dirá sà es o no el futuro de la fiesta. Asà que, por favor, aprovechemos estos años para disfrutar y emocionarnos, ya llegarán otros tiempos y situaciones.
Por el momento, el año de Marco Pérez ha sido increÃble. Enhorabuena torero.