Hoy se cumplen 38 años de la fatÃdica tarde en la que un toro de la ganaderÃa de Sayalero y Bandrés, de nombre Avispero, herrado con el número 9 y de 420 kilos, mataba a Francisco Rivera «Paquirri». Todo sucedÃa entorno a las 19:20, cuando el animal corneaba al matador a la altura del tercio superior de la pierna derecha del torero, perforando la arteria femoral y las venas ilÃaca y safena.
El torero fue atendido en primera instancia en la enfermerÃa de la plaza de toros de Pozoblanco, dónde se trató de detener la hemorragia. Tras una cura de emergencia debido a la situación de insuficiencia de la enfermerÃa, se decidió su traslado en ambulancia hasta el Hospital de Córdoba. Sin embargo, lo sinuoso de la carretera hizo que el traslado no pudiese llevarse a cabo con suficiente celeridad y la contÃnua pérdida de sangre, sumado a la falta de anestesia, llevo al torero a entrar en parada cardÃaca.
Se consiguió revertir la situación, pero el estado del matador era muy inestable. Además, durante la reanimación el conductor de la ambulancia se vio obligado a detener el vehÃculo, perdiendo de nuevo unos minutos muy valiosos. Tras la llegada al lugar del Dr. Rafael Ruiz, cirujano de la plaza de toros de Córdoba, se decide el traslado al Hospital Militar para evitar atravesar la ciudad de Córdoba.
A las 21:30 horas, el torero ingresaba en las urgencia del Hospital Militar, dónde fallecÃa apenas 10 minutos después, cuando entraba al quirófano, debido a un choque hipovolémico. AllÃ, en la puerta del hospital gritaba desconsolado el mozo de espadas: «Â¡Se ha muerto, se ha muerto!»