Los sectores más intransigentes y exagerados de la tauromaquia andan día tras día con la boca llena sobre el trapío y la presencia del toro en las diferentes plazas de la geografía española. Unas críticas que se producen sea cual sea el lugar y sin conocer el tipo de toro que requiere esa plaza; pareciendo algunas veces que son mejores aficionados por protestar absolutamente todo.
Con este primer párrafo no quiere que se sientan ofendidos tantos y tantos buenos aficionados que defienden la integridad del toro y que saben comprender el trapío en función del encaste y la plaza. Los buenos aficionados critican con cabeza y corazón, a sabiendas de lo que es mejor para la tauromaquia, para el toro y para el torero. El toro, en mi opinión debe salir siempre íntegro, sin ningún tipo de manipulación, pero siempre en el tipo de cada plaza.
La corrida de Daniel Ruiz ayer en Málaga se presentó íntegra, con una poderosa presentación y, sin embargo, estos sectores más «perfeccionistas» no han hecho siquiera ademán de aplaudir o hacer una crítica positiva al ganadero. No ha sido el encaste que ellos gustan y por tanto, la presentación da igual.
Hay que hacer autocrítica en algunos casos, defender los intereses que a todos nos unen y no pedir el toro de Cenicientos o Bilbao en plazas dónde ese tipo de toro nunca ha salido. La afición «Ultra exigente» debe hacer autocrítica y exigir con verdad de corazón conociendo la tauromaquia en su totalidad y comprendiendo la diversidad de presentación en función de cada plaza.
No puedo acabar estas líneas sin referirme también a los profesionales taurinos. Ellos tampoco pueden consentir lidiar toros de nula presentación, con pitones manipulados en ninguna, absolutamente ninguna plaza de toros. El toro es el eje fundamental de la fiesta y cuando pierde todo su explendor, todo pierde valor.
Este trabajo nos requiere a todos juntos, a profesionales y aficionados, exigiendo la integridad y la presentación que el toro de lidia siempre ha presentado. Amén de las líneas anteriores, esta tarea nos concierne a todos, no lo olvidemos.
