El partido animalista PACMA ha interpuesto una denuncia contra Jesulín de Ubrique por acceder al ruedo durante la corrida celebrada el pasado 8 de julio en la plaza de toros de Pamplona. Daniel Luque brindó el segundo toro de su lote al diestro gaditano, que se adentró en el albero pamplonica para recibir el brindis.
El reglamento de espectáculos taurinos en esta comunidad autónoma prohíbe expresamente la entrada al ruedo durante la lidia de cualquier persona ajena al espectáculo y, por tanto, carente de permiso para realizar dicha acción.
La entidad animalista ha elevado la denuncia no sólo al matador de toros Jesulín de Ubrique, sino también a la empresa gestora del coso, Casa Misericordia como responsable del festejo.
La denuncia, a parte de querer generar ruido, busca que la justicia inhabilite por un periodo de tiempo a la Casa Misericordia en la organización de festejos taurinos. Este tiempo, podría ser por un máximo de dos años, aunque todo parece apuntar a que no tendrá efecto.
Siguiendo esta línea, hay que resaltar que en caso de que la Casa Misericordia de Pamplona sea sancionada con una cuantía económica, ello podría repercutir sobre la labor social que desarrolla. La Meca, como se conoce popularmente, tiene como fin la ayuda a todas aquellas personas en situación socio-económica comprometida, desarrollando esta actividad desde hace más de trescientos años.
La denuncia viene a poner de manifiesto la desconexión de Pacma con la sociedad en la que vive. Su odio irreversible hacia la tauromaquia y todo lo que le rodea, le hace olvidar que sus decisiones afectan a personas reales. En este caso, su denuncia a la Meca, puede repercutir de manera grave sobre personas vulnerables y en situación de necesidad sin que a ellos les importe. ¿Se encargarán ellos de esas personas necesitadas en caso de que la Casa Misericordia no pueda hacerlo? Respondan mejor ustedes a la pregunta.
