La encerrona de José Tomás en Jaén con cuatro toros de diferentes ganaderías está trayendo cola. Tarde máxima de expectación que se vio reflejada en la masiva afluencia de público a Jaén, colgando el no hay billetes en la hostelería y dejando un impacto económico de tres millones de euros en la ciudad. Sin embargo, el conjunto de la jornada no salió como se esperaba.
El escaso juego de los toros, el flojo resultado artístico y la tipología del cartel sin competencia han dado alas a un nutrido grupo de aficionados y voceros que quieren criminalizar a José Tomás. A través de redes sociales y en diversos ambientes se está desprestigiando al matador y poniendo en duda su compromiso con la profesión y la tauromaquia.
Estos grupos ya comenzaron a calentar la tarde incluso antes de que arrancase el paseíllo, propiciando un ambiente incierto dentro del coso: pitos, broncas y gritos en los momentos en los que no venían a cuento, guardando silencio en aquellos en los que se podrían entender las protestas. Extraño, pero el daño ya estaba hecho, habían logrado empañar en cierto punto una jornada marcada para la historia.
Por desgracia no todo ha quedado ahí. A partir de la finalización del festejo se inició a través de redes sociales una campaña de desprestigio hacia el torero de Galapagar que ya ha hecho mella en diversos círculos y ambientes taurinos. Inaudito.
A todos aquellos que desprestigian a José Tomás habría que recordarles quién es y lo que ha hecho este torero. Es verdad que a todos nos gustaría verle haciendo temporada, midiéndose con todo el escalafón y reventando las taquillas tarde tras tarde… pero como nos recuerda aquel dicho: «en su hambre, cada uno manda«.
Quizás, antes de seguir con esta campaña casposa, deberíamos mirar simplemente lo que esta tarde ha provocado de impacto. No hablo sólo del económico, pero sí del social. Entradas vendidas en apenas unos minutos, José Tomás abriendo informativos, ocupando las primeras páginas de la prensa nacional e internacional, llegando sin complejos, hasta todos los hogares de la geografía española.
Podremos estar más o menos de acuerdo con el planteamiento de José Tomás, pero lo que este torero aporta a la fiesta de los toros no lo puede hacer nadie más que él. Es un profesional totalmente necesario, con su peculiaridades y sus manías, pero fundamental en estos tiempos que corren ¿Será mejor esto que nada?
