Ãlvaro de la Calle volvió a la plaza de toros de Las Ventas como sobresaliente en el mano a mano entre Alejandro Talavante y Juan Ortega con toros de Jandilla y Vegahermosa. Una tarde en la que la afición obligó a saludar al espada en reconocimiento por la gran tarde que ofreció en la encerrona de Emilio de Justo, dónde se midió a cinco toros de diferentes ganaderÃas en solitario.Â
De aquella tarde salió con el reconocimiento de Madrid y con la sapiencia de la dignidad que habÃa mostrado en el coso madrileño. Fiel a sà mismo, en un detalle humilde como él mismo, abandonó el coso igual que llegó, de la mano de su hija. Andando por los aledaños de la plaza hasta la llegada del hotel.Â
En su llegada el pasado viernes al coso venteño, De la Calle volvió a repetir el gesto y se presentó en Madrid andando por su propio pie y con su hija de nuevo de la mano. Un gesto humano de un profesional de los pies a la cabeza. Ojalá, aunque sea fuera de abono, se le dé la oportunidad de acartelarse en Madrid.Â