Una amenaza se cierne sobre la tarde de hoy en Las Ventas. Un problema que llevamos arrastrando desde principio de temporada y que sin duda, se acentúa en las tardes de figuras. El triunfalismo se ha adueñado de la plaza de toros de Las Ventas a lo largo de este comienzo de temporada, con dos puertas grandes calificadas por muchos como «baratas».
Hoy, en una tarde marcada en rojo para miles de aficionados, Morante de la Puebla, El Juli y Pablo Aguado se medirán a las reses de La Quinta. Uno de los carteles más rematados y de mayor expectación de toda la temporada y que sin embargo, se ve amenazado por este triunfalismo barato de poca monta. Los tres, tienen argumentos y cualidades más que suficientes para descorchar una tarde histórica, pero debe ser así, por su cuenta y sin que el público premie en exceso la obra.
Este triunfalismo, es un reflejo de la sociedad actual porque hay que recordar que el público es soberano en esta fiesta llamada tauromaquia. Conviene recordar la diferencia entre aficionado y público; aunque la tendencia debería ser aumentar el primer grupo y continuar haciendo crecer el segundo. La tarde de hoy puede marcar en parte el devenir de la feria, colocándose el listón del resto de orejas conforme a la generosidad o exigencia de la tarde.
Es en este punto, dónde hay que recordar al presidente de la corrida, que su obligación es preservar y mantener el estatus de una plaza como la de Las Ventas; la primera plaza del mundo. Estoy seguro que hoy, veremos una gran tarde de toros, con triunfo o sin él, pero con rigor. La fiesta lo necesita.
