Sebastián Castella atendió a los micrófonos de El Albero de la Cadena Cope, desde la frontera ucraniana a dónde se encaminó a los pocos días de estallar la guerra. El espada desde entonces se encuentra realizando tareas humanitarias con los refugiados ucranianos que huyen de la barbarie del ejército ruso en su país.
Las historias y las palabras de Sebastián ponen de manifiesto el horror de la guerra, más allá de lo que muchas veces trasciende a través de los medios de comunicación. El torero ha querido destacar la terrible manera en la que Rusia se está saltando las normas: “Están haciendo cosas que no siguen las reglas de la guerra. Están matando a los civiles. La gente que viene de los pueblos dice que los chechenos están llegando a las casas, las saquean, violan a las mujeres, matan a los hombres… ”
El torero se ha desplazado hasta la frontera ucraniana para ayudar a evacuar refugiados y para hacer traslados y coordinar la entrada de material sanitario en Ucrania: “Estamos ahora en Varsovia con una persona de confianza para hacerle entrega de medicamentos y que los meta en Ucrania. Yo he venido para apoyar no para llevar a gente hasta España. De hecho, aquí todas las personas que hemos llevado, principalmente señoras con hijos, no quieren irse. Tienen en la cabeza que apenas puedan, vuelven a su tierra”.
Castella ha querido destacar el paisaje humano desolador que se ha encontrado al recoger a las personas que huyen de la guerra: “Nos hemos encontrado mucha tristeza. Muchas familias, niños, mujeres desamparados. Ha sido un golpe muy fuerte. cualquier persona con un mínimo de sensibilidad… es muy fuerte lo que está pasando; cuando intentan salir los matan. Las guerras no deberían existir, deberían existir los diálogos, sé que es complicado”.
