Ginés MarÃn cuajó una tarde rotunda en Las Ventas. Fue capaz de calentar una plaza que se habÃa enfriado con el juego general de Alcurrucén y levantó una tarde que ya estaba cuesta arriba por el estrellato de Morante frente al cuarto.Â
Toreó muy despacio, con naturales eternos tras cambiar la mano, sacando al animal en los vuelos de la muleta. Dejó dos naturales eternos, dignos de ponerse en bucle en todas las escuelas taurinas del paÃs para que aprendan las generaciones futuras.Â
Aquà os dejamos uno de esos naturales que, aunque parezca que está cámara lenta, está a tiempo real. IncreÃble.Â