
La policía bogotana ha desalojado sin ningún tipo de miramiento a varios profesionales que se encontraban entrenando en la Santamaría de Bogotá. Los toreros que se encontraban toreando de salón, tuvieron que desalojar el coso ante la presencia de la policía.
Los propios toreros han confirmado que tuvieron que dialogar con los agentes, quienes querían sacarles a la fuerza del albero. Unos agentes enviados por las autoridades, en un país de gran inseguridad social, dónde a día de hoy parece que prima más atacar a la fiesta de los toros que defender y cuidar a los ciudadanos.
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