«Marismero» estuvo a punto de provocar una tragedia en la ganadería portuguesa de Murteira Grave, al propinar una fortísima cornada a su ganadero que cerca quedó de hacerle perder la vida. Meses más tarde, el mismo animal dio a la divisa lusa una de su mayores alegrías al ser indultado en la capital del toreo en el país vecino, en Campo Pequeño.
El animal, recuperado de las heridas, se encontraba en los cercados de la ganadería con función reproductora cuando fue corneado por uno de sus hermanos, teniendo que ser intervenido quirúrgicamente para salvar la vida. Aunque el número 44 se recuperó, las heridas nunca terminaron de sanar correctamente y finalmente, varios meses despúes, el animal ha terminando muriendo.
Una noticia triste para el ganadero que ha compartido un emotivo mensaje en redes sociales: